Cada semana se atienden cuarenta casos nuevos de enfermedades mentales en la unidad infanto juvenil de salud mental del centro de salud de El Raval, frente a los quince que se detectaban hace sólo unos años, según informó ayer el responsable de la Unidad Salud Mental Infanto Juvenil del departamento de Salud Elche-Hospital General, José María Blasco. El especialista aseguró que «están aumentando las consultas de personas menores de 18 años, y todo influye, tanto las condiciones económicas, el consumo de nuevas tecnologías o las redes social donde existe un contacto entre los jóvenes y se puede crear este tipo de patologías». En este sentido, el psiquiatra infantil aseguró que «a la semana atendemos unos cuarenta casos nuevos, de primeras consultas, cuando hace unos años se atendían unos quince. En sólo cinco años se ha doblado el número de casos».

El trastorno de conducta es la patología más frecuente que se da entre menores desde los 8 ó 9 años, mientras que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que también es uno de los problemas más registrados en la actualidad, afecta a niños desde los 5 ó 6 años.

Los problemas de salud mental entre los jóvenes fue el tema del debate sanitario que se celebró ayer por la mañana en el Centro de Congresos «Ciutat d'Elx», que contó con la presencia de varios expertos.

Uno de ellos fue el jefe de la Unidad Salud Mental del Hospital General, José Vicente Baeza Alemañ, que explicó que «estamos detectando más patologías porque llegamos más a la realidad, a las familias, a los jóvenes». Según el especialista, «los jóvenes están cambiando y tenemos que adaptarnos, cambia la sociedad y la forma de enfermar».

«Los problemas que están teniendo son la consecuencia de que la maduración biológica se adelante. Corporalmente los jóvenes maduran antes, pero emocionalmente en su personalidad tardan más en madurar, en tener una estructura para afrontar los problemas», dijo Baeza Alemañ, a la vez que apuntó que «nos encontramos con jóvenes menos preparados y, seguramente, con menos redes de apoyo a nivel familiar, del entorno, que es más conflictivo».

Según se indicó durante el debate celebrado en Elche, las enfermedades más frecuentes son las más leves, como los trastornos de conducta, y casi siempre lleva aparejado un problema de ansiedad y depresión relacionado con el entorno que los niños o jóvenes están viviendo mal.

El 10% de la demanda que se registra en el departamento del Hospital General tiene que ver con la ansiedad, otro 10% con la depresión, y algo más con los trastornos de conducta en general, que pueden ser oposicionismo, niños que no se adaptan a las normas, y que a veces tienen detrás el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, «pero este trastorno no justifica todos los trastornos de conducta», apuntó José Vicente Baeza Alemañ.

Para prevenir y tratar de forma precoz las patologías de salud mental en los niños, José Vicente Baeza Alemañ aseguró que «hay que actuar en diferentes ámbitos, en la familia y el colegio».

En este sentido, el especialista dijo que «sería fundamental formar a los maestros y profesores en ser sensibles a los jóvenes que son vulnerables, que pueden ser sensibles. Ya que son los primeros que pueden detectar, seguidos por la familia, que sería el segundo pilar. Y el pediatra también tiene que detectar».

Sobre las edades a las que empiezan a aparecer este tipo de problemas de salud, los expertos explicaron que «la edad de más demanda de atención empieza al final de la infancia y principio de la adolescencia, entre los 13 ó 14 años, por lo que si antes existían equipos de salud mental infantil y después los problemas se trataban en unidades para mayores de 18 años, ahora se necesitan equipos que traten a jóvenes de 15 años, dando lugar a la creación de unidades infanto juveniles de Salud Mental.

Aceptación

En cuanto a la aceptación del tratamiento por parte de los jóvenes, el especialista José Vicente Baeza Alemañ apunta que «ahí tenemos que entrar los profesionales, para ser uno más del grupo». Muchas veces los jóvenes muestran sus quejas de la familia, cuando lo que hay que hacer es que nos acepten, aunque resulta complejo.