La Audiencia de Alicante ha suspendido hoy un juicio por un crimen y disuelto el jurado popular constituido para el mismo al no realizarse durante la instrucción el minutado de unas conversaciones telefónicas intervenidas por la Guardia Civil a los sospechosos, según fuentes judiciales.

La decisión ha sido adoptada por el magistrado José de Madaria, presidente de la sección séptima de la institución, que tiene su sede desplazada en Elche, y ponente de la causa, justo cuando debía comenzar la vista oral, que una vez subsanado el defecto podría celebrarse con un nuevo jurado a finales del próximo mes de octubre o principios de noviembre.

El crimen se remonta al 24 de enero de 2003, cuando la víctima, un profesor ya jubilado de Elda, fue atropellado intencionadamente a la salida de un restaurante de la partida torrevejense de La Mata.

Tres años después, en marzo de 2006, la Guardia Civil detuvo como presuntos autores del crimen a la compañera sentimental del fallecido y a un hijo de ambos, para los que la Fiscalía pide inicialmente sendas penas de 20 años de cárcel por un delito de asesinato.

Los procesados se encuentran en libertad provisional por estos hechos y el juicio contra ellos ya tuvo que ser suspendido en otra ocasión por la incomparecencia del abogado de la acusación particular.

Ambos se han presentado a primera hora de la mañana en una sala de vistas de la Ciudad de la Justicia de Elche, al igual que algunos testigos y una veintena de posibles candidatos a conformar el jurado popular.

Tres horas después, cuando las partes personadas en la causa ya habían seleccionado a nueve de esos candidatos, más dos suplentes, y se había conformado el tribunal ciudadano, el magistrado ha decidido disolverlo y suspender la vista, que tenía una duración estimada de cuatro días.

El propio ponente ha salido a los pasillos para disculparse ante algunos testigos y explicarles que había preferido suspender el juicio para evitar que éste se prolongase de forma excesiva, ya que a falta del minutado de las grabaciones telefónicas, entre 15 y 18 CD de entre una y dos horas cada uno de duración, las conversaciones hubieran tenido que ser escuchadas íntegramente.

El propio acusado ha informado a Efe de que su abogado defensor, José Pedro González, así lo había solicitado en la sala para evitar que algunas expresiones o fragmentos pudieran ser sacados de contexto. "Queremos que se escuche todo. Después de nueve años, ya está bien, ya está bien", se ha quejado.

La defensa sostiene que no hay prueba alguna de la participación de sus clientes en el crimen y que durante la investigación se han registrado varias presuntas irregularidades.

De entre ellas, el letrado ha destacado que la Guardia Civil no interrogó a un testigo que el defensor considera "clave", el encargado de un club.