El candidato del PSPV-PSOE a la alcaldía de Elche, Carlos González, se ha mostrado hoy confiado en que esta ciudad tendrá el próximo 13 de junio un gobierno plural, integrado por el mayor número de formaciones políticas posible y encabezado por un alcalde socialista.

Los nuevos ayuntamientos surgidos de las elecciones municipales del pasado domingo se constituirán el sábado 13 de junio, veinte días después de los comicios, cuando se celebrarán los plenos en los que serán elegidos los alcaldes o alcaldesas de la próxima legislatura.

En Elche, la candidatura socialista liderada por González logró ocho ediles el pasado domingo -frente a los nueve que sacó el PP-, muy lejos de los catorce que otorgan una mayoría en la corporación.

Por ello, el aspirante socialista ha comenzado hoy la ronda de contactos con Compromís, que tuvo cuatro ediles, e Ilicitanos por Elche, que obtuvo dos munícipes, y próximamente lo hará con Partido de Elche (PE) -1- y Ciudadanos (C's) -3-.

Unas reuniones, según ha señalado González en declaraciones a los periodistas, en las que no tendrá cabida el PP y donde se pondrán en común los puntos de vista sobre los resultados electorales y las "perspectivas y pretensiones" con vistas al 13 de junio.

El candidato socialista ha asegurado que el objetivo es ser capaces de alcanzar acuerdos con el resto de formaciones sobre un programa común que permita un gobierno "estable, plural y útil para los ciudadanos".

"El cambio político en la ciudad pasa por un gobierno que se articule en torno al PSOE y aglutine al mayor número posible de formaciones políticas", ha subrayado.

Preguntado por la posibilidad de que el PP consiga acuerdos con otros partidos para llegar al gobierno, González ha censurado la actitud de los populares en ese proceso.

Según el cabeza de lista socialista, los populares habrían planteado esa fase de negociaciones como una "subasta y un intento de alcanzar la alcaldía a costa de todo, sea cual sea el precio".

Ha tildado dicho planteamiento de "frívolo e irresponsable", lo que demuestra, a su juicio, que "(el PP) no piensa en la ciudad, sino en alcanzar el poder".