El acusado de haber intentado matar a su expareja con una bomba oculta en el reposacabezas de su coche -que estalló el pasado mes de noviembre causándole heridas y quemaduras leves- seguirá en prisión provisional. Así lo ha decidido la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que ha desestimado el recurso interpuesto por su defensa después de que a su vez el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de Elche le denegara su petición de libertad.

El hombre, de 36 años, fue detenido el mismo día en que se produjo la deflagración y en un registro en su taller mecánico se encontraron, como ya publicó este diario, indicios que la sala considera ahora fundamentales para mantenerle en prisión provisional. En concreto, se halló en el centro del espacio de trabajo del taller un coche de la misma marca y modelo que el de su exmujer, desmontado por los mismos lugares que se manipularon en el vehículo en el que estalló la bomba. Además de eso, en el taller se localizaron también cartuchos de munición igual a la que se utilizó como metralla en la bomba, y el auto de la sala tiene en cuenta otro argumento (también indicado por la Policía Nacional en la detención), en concreto que el acusado tiene los conocimientos de mecánica y electricidad del automóvil necesarios para hacer el trabajo de instalación del artefacto, que estaba preparado para explosionar al activar el elevalunas.

Todos esos indicios sirven a los magistrados para entender que hay motivos bastantes para creerle criminalmente responsable del delito de tentativa de asesinato, por lo que con base en el riesgo de ocultación de pruebas o de fuga, se determina que siga en prisión.