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Carlos González (PSOE):

«Los ilicitanos han votado un ´no´ rotundo al PP y piden diálogo»

«Estamos contentos de ser el partido en torno al cual se pueda articular el consenso», declaró

«Los ilicitanos han votado un ´no´ rotundo al PP y piden diálogo»

El PSOE de Elche se dejó ayer en el camino prácticamente 14.391 votos, pero aún así es el máximo aspirante a recuperar la Alcaldía tras un paréntesis de cuatro años del PP en un municipio en el que durante 32 años han gobernado los socialistas. Dicho de otro modo, el PSOE ha perdido 4 concejales en estas elecciones -de 12 pasa a 8- y necesitará pactar sí o sí con al menos otras dos fuerzas (que no se lo pondrán fácil) para formar gobierno.

Por eso, el sabor agridulce reinaba en la sede de los socialistas, en la calle General Cosidó, donde a las 20 horas había prudencia; a las 21 cierto optimismo porque iban empatados a 9 ediles con el PP a raíz de los primeros escrutinios; a las 22 horas, caras largas por el batacazo: y a las 23, cuando Carlos González salió a la calle para agradecer a todos el esfuerzo, cierto ánimo y consuelo porque dan por hecho que el PP no va a poder repetir mandato.

El candidato socialista trataba de disimular su disgusto por obtener un resultado que no le convencía, aunque cerca de las 23 horas el rostro le empezaba a cambiar porque los allí congregados empezaron a autoanimarse y por fin a abrazarle y besarle, algo que les costó cuando estaban escrutados los resultados al 94%, ya que seguían noqueados.

«¡Ánimo, que hemos acabado con la mayoría absoluta del PP. El rodillo fuera!», le gritaba un socialista antes de que el candidato se dirigiera a los medios y, de paso, prendía la mecha y despertaba al resto haciéndoles ver que los resultados tampoco eran tan malos si se comparaba con el PP.

«Queremos agradecer esos 27.000 votos, ese respaldo de confianza. Nos hubiera gustado obtener más votos, pero somos conscientes de que el voto de la izquierda se ha dividido», dijo González.

A juicio del alcaldable, los ilicitanos «han hablado con absoluta claridad: han votado consenso, diálogo y pluralidad. Vamos a trabajar para articular un consenso a través del diálogo para que se materialice el cambio».

Diálogo y consenso han sido dos de las palabras más usadas por los socialistas durante esta campaña electoral y ayer también fueron las más escuchadas en boca del aspirante.

«Felicitamos a todos los partidos que han entrado en el Ayuntamiento. Es positivo el hecho de que se incorporen al arco municipal», indicó González, para añadir: «Estamos contentos de ser el partido en torno al cual se pueda articular el consenso», declaró el candidato.

Carlos González insistió en que «se abre un proceso de diálogo para construir un consenso a partir de los programas dirigidos a mejorar la situación de los ilicitanos. Vamos a propiciar el cambio político que los ilicitanos han pedido en las urnas», a la vez que apuntó: «Hoy -por ayer- se abre un proceso de diálogo con todas las fuerzas políticas y esperemos que ese cambio fructifique».

Unas tres horas antes de estas declaraciones a los medios, el partido contaba con pequeños grupos de gente divididos en torno al ordenador donde computaron los datos, la sala de reuniones, el bar y la calle, donde se había colocado un plasma, un pequeño set y varias sillas y mesas.

A través de la televisión seguían las primeras estimaciones de votos, mientras Diego Maciá, Antonio Rodes o Antonio Torres compartían unas palabras. El último alcalde socialista, Alejandro Soler, apareció más tarde y quiso pasar bastante desapercibido.

Los datos de las primeras mesas comenzaban a llegar y las impresiones no eran malas, aunque en las partidas rurales el PP parecía arrasar. Pero sólo eran datos muy aislados y primerizos. Luego, con el 65% escrutado, el sabor agridulce y la seriedad acompañó a muchas caras. Unos cuantos parecían noqueados.

«Creíamos que la corrupción le iba a pasar más factura al PP», manifestaba Antonio Torres, presidente de la gestora que dirige el PSOE local y diputado autonómico, quien añadió: «Muchas personas siguen apoyando al PP y eso me sorprende».

El presidente de la gestora añadía: «En pactar no tenemos miedo. Las mayorías absolutas se han acabado. Habrá que poner un programa encima de la mesa y que se hagan aportaciones», para subrayar a su vez en clave autonómica: «El equipo del PP se ha dividido y el PSOE ha pagado también los pecados del PP. El cabreo se ha repartido tocándonos, un poco».

Antes de salir a la calle a agradecer a todos los presentes su apoyo, Carlos González, que ya había empezado a recibir, sobre las 22.45 horas de la noche los primeros gritos de ¡alcalde, alcalde! (no antes), recibió la felicitación y el abrazo del exalcalde Diego Maciá. Ya en la calle, llegarían unas felicitaciones que por fin empezaron a romper el clima frío hasta entonces generado tras conocer unos resultados muy avanzados.

«Los ilicitanos han votado un no rotundo al PP, han votado cambio y sobre todo han votado diálogo y consenso», volvió a insistir el candidato en su alocución micrófono en mano en la calle.

«Mañana -por hoy- me dirigiré a todos los partidos para que a partir del día 13 haya un gobierno que dé respuesta a esas inquietudes de los ilicitanos», manifestó González, quien pidió a los militantes que mantuvieran en estos días que se avecinan «las mismas fuerzas y el mismo compromiso. A seguir trabajando».

El himno oficial del partido por fin subía en intensidad después de casi no aparecer y los presentes se animaban ya a felicitar y dar calor a su candidato que puede ser alcalde.

La comisión gestora del PSOE en principio tiene previsto reunirse hoy para analizar los datos y ver la dirección política para lograr un pacto a fin de obtener el gobierno.

La tarea no es fácil porque los socialistas temen que el resto de partidos que no están contentos con Mercedes Alonso le presenten exigencias importantes y de alcance.

Para ello el PSOE ya ha anunciado que se tendrán que poner los distintos programas electorales encima de la mesa y vaticinan que llegarán a acuerdos prácticamente punto por punto.

Pero esa cuestión se empezará a ver desde hoy y antes de sentarse seriamente con los representantes de los distintos partidos -se sobreentiende que no con el Partido Popular- la comisión gestora tiene que conocer hasta dónde puede llegar el partido en concesiones, calcular qué le van a reclamar el resto de fuerzas políticas que se sienten a la mesa y qué precio, en sentido común, le puede costar al PSOE llegar a la Alcaldía.

La vara de mando a cualquier precio es algo que se tiene que sopesar intensamente puesto que se abren múltiples puertas. El caso es que Carlos González lo pasaría muy mal -como lo ha hecho Mercedes Alonso en el último año de mandato tras perder la mayoría absoluta con la salida del PP de Cristina Martínez- si no consigue un ejecutivo local estable. Y si consigue un tripartito, siempre estará pendiente de que alguna de las fuerzas políticas «amigas» no se descuelgue en algún momento y ponga en entredicho su gobierno.

Por tanto, la tarea que Carlos González tiene por delante es, como él dice, de mucho diálogo, aunque como señala, las cosas deben hacerse despacio, con paciencia y cada batalla a su tiempo.

Anoche el PSOE se iba a dormir con un ojo entreabierto, conocedor de que tiene altas probabilidades de volver a tener la Alcaldía, pero consciente a su vez de que los tiempos han cambiado y que su futurible gestión va a ser mirada con lupa no sólo por la oposición, sino sobre todo por sus futuros compañeros de un viaje incierto.

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