Un niño de unos seis años tuvo que ser rescatado ayer sobre las 18.30 hora tras quedarse atascado con la cabeza encajada entre dos balaustres en el balcón de un segundo piso de la avenida de Salamanca, en Santa Pola. Bomberos del parque de Elche se desplazaron ante la llamada de los padres, que no conseguían liberarlo. Ni el niño ni ellos estaban muy asustados, aunque el alivio al ver llegar la ayuda fue grande.

De hecho la situación resultó bastante cómica, porque al no poder romper o doblar el material de los barrotes en los que estaba atascada la cabeza, los Bomberos optaron por probar con un remedio de los de toda la vida: Le untaron la cabeza con agua y jabón... y funcionó.