Como niños con zapatos nuevos, así estaban ayer los placeros que, entre tanta polémica, han estrenado el mercado provisional, ubicado en la avenida de la Comunidad Valenciana. La jornada inaugural no pudo ir mejor, aseguraban la mayoría de los comerciantes consultados, y muchos destacaron un aumento de las ventas, que en algunos casos suponían el doble que un una jornada habitual en el viejo Mercado Central.

La instalación provisional tiene casi todos sus puestos ocupados, sólo restan cuatro espacios vacíos, que Aparcisa, la empresa concesionaria del servicio, espera que se ocupen durante los próximos días, o así rezaba en los toldos, que anunciaban «próximas aperturas».

Así, unos cuarenta placeros del Mercado Central de Elche llenaron los puestos del complejo provisional con sus productos y recibieron, tanto por la mañana como por la tarde, una auténtica avalancha de vecinos, muchos de ellos que por simple curiosidad no dejaron pasar la oportunidad de ver en primera persona la polémica infraestructura.

El presidente de los placeros, Diego Quiles, aseveró que «las palabras sobran, una imagen vale más que mil palabras, y hoy se ve con sólo echar un vistazo». Quiles destacó «la buen imagen que se están llevando los clientes. La gente no deja de felicitarnos, y no para la gran afluencia de público».

«Estamos muy contentos, la gente nos felicita y nos dicen que ya era hora de que llegase este momento», aseguraba una vendedora de carne, a la vez que explicaba que «llevamos diez años luchando y, por fin, hemos visto el primer paso».

Los comentarios de la gente, las conversaciones entre clientes y vendedores... todas iban en la misma dirección, y muy alejadas a las posturas contrarias al proyecto que han sonado con fuerza los últimos años.

«Si una cosa está bien hecha, está bien hecha mande quien mande», «necesitábamos un cambio», «ya era hora»... eran algunas de las expresiones que se escuchaban ayer por mañana en el mercado provisional, que por la tarde ofreció degustaciones de los productos que se pueden adquirir en los puestos.

La vecina Carmen Torregrosa decía que «nos parece estupendo, no creíamos que esto fuese a ser tan grande. Hemos venido a verlo y me gusta». Por otro lado, Paquita Esclapez indicaba que «de momento, parece que han acertado, aunque se nota que falta que funcionen un par de aparatos de aire acondicionado, hace un poco de calor».

La prueba de fuego se vivió a primera hora de la mañana con la llegada de la mercancía, y ahí sí que se produjo un poco de caos en la avenida de la Comunidad Valenciana. Un hecho que unos atribuían a la incertidumbre y la falta de experiencia del primer día, mientras desde el otro lado del río se analizaba con una actitud menos comprensible.

Además, también salieron a la luz algunas quejas de vecinos por los olores, y hubieron sobresaltos cuando algunos comerciantes llegaron y se encontraron basura sin recoger a primera hora. En cuanto al funcionamiento de la instalación, solo fallaron un par de aparatos de aire acondicionado.

El mercado provisional consta de una única planta, con una fachada de 70 metros de largo y 13,5 metros de ancho, donde se han situad0 los 47 puestos, de 10 metros cuadrados. La empresa Aparcisa ha sido la encargada de sufragar las obras y mantenimiento de esta infraestructura, que cuenta con un presupuesto de 313.000 euros. Para levantar esta infraestructura provisional ha sido necesario trasplantar árboles y plantas del propio jardín sobre el que se ha instalado el mercado.