La Ronda Sur fue estrenada ayer, en su primer día laboral, por miles de conductores que comprobaron con gusto cómo ahora se puede circunvalar buena parte del casco urbano de Elche por otro lado alternativo a la Ronda Norte y a la autovía, y sin retenciones ni semáforos. Todo ello en pocos minutos y a través de un carretera cómoda, amplia y, de momento, con tráfico muy fluido y ágil.
En definitiva se trata de 6 kilómetros que enlazan la Vía Parque, la autovía y la carretera nacional que une Alicante con Elche, con, en su punto final de este a oeste, una rotonda ubicada pasado el nuevo puente sobre el río, en paralelo al puente de Barrachina.
Esta rotonda devuelve el tráfico a la carretera del León o la Circunvalación Sur, pero será a su vez uno de los extremos de inicio o término, según se mire, para la futura segunda fase de la Ronda Sur, que conectará directamente con la carretera de Crevillent, algo para lo que todavía no hay fecha, pero sí previsión y licitación.
Circular por el tramo de la Ronda Sur inaugurada el pasado domingo por la ministra de Fomento, Ana Pastor, puede llegar a despistar cuando se utiliza por primera vez.
Los peros son pocos: tal vez falta algún cartel cuando se circula desde el este informando de la proximidad del Hospital General -algo que no ocurre cuando se circula de oeste a este, ya que está bastante bien señalizado, al igual que el aeropuerto-; algunas rotondas de distribución para acudir a determinadas pedanías o a la hora de enfilar la carretera de Dolores pueden desorientar; incluso el conductor se puede desviar al no haber circulado por una zona que antes esta ocupada por huertos y otras zonas rurales y de la que al principio se tiene pocas referencias de posicionamiento.
Pero en definitiva, la Ronda Sur alcanza una nota bastante alta: por comodidad, por ahorro de tiempo, por arcenes amplios, por sus 8 kilómetros de carril-bici alejados del asfalto, por sus buenas conexiones y, sobre todo, porque ha permitido descongestionar significativamente la Circunvalación Sur.
Los atascos a primera hora en las inmediaciones de la rotonda de Santa Pola en sentido al Hospital General prácticamente van a pasar a la historia, de modo que a este centro sanitario, a los centros educativos próximos y a la Ciudad de la Justicia se puede llegar ahora de forma más rápida.
Aunque hay un pequeño tramo en el que se puede circular hasta 100 kilómetros, lo normal es que se circule con límite de 80.
El túnel iluminado de Atzavares, los paneles que amortiguan el ruido para no molestar a algunas viviendas y las numerosas farolas son otros de los detalles que llaman la atención al circular por primera vez a lo largo de este nuevo vial de Elche.
