Un recorrido por los momentos más duros de la vida de Cristo trasladados desde Jerusalén hasta Elche. Este fue el trayecto que realizó el coordinador de Cultura, Pablo Ruz, en el emotivo pregón que ayer abrió la Semana Santa ilicitana. Todo ello, expresado a través de una combinación de prosa poética, poesía, saeta, interpretación y emotivas piezas musicales, que sorprendieron a los cientos de personas que se concentraron en el Gran Teatro.

El pregón estuvo dividido en seis partes: la Piedad; el Domingo de Ramos y la Palma; el Ecce Homo; la Semana Santa ilicitana; el Calvario; y, la Resurrección. De esta forma, el mismo comenzaba con una emotiva escena, donde se abrió el telón y apareció la Piedad rodeada de veinte cirios, mientras el pregonero iba recitando y pidiendo silencio por la muerte de Cristo, y apagaba las velas hasta llegar al último «silencio», cuando quedó iluminada la Virgen.

Posteriormente, fue el turno de una emotiva saeta dedicada a la Piedad, interpretada por el sevillano Laureano Fernández. Asimismo, también se interpretó otra saeta más al Ecce Homo.

Más tarde, la ciudad ilicitana con sus señas de identidad tomaron el protagonismo. Y es que como anunciaba el pregón «Elche deja de ser ella misma.. para ser, cada año, de nuevo, una ciudad imaginada, una ciudad evocada y evocadora cuando cada primavera, cada año, cada Domingo de Ramos... Elche deja de ser ella misma para ser Jerusalén». De esta forma, Ruz trasladó la realidad que ocurrió en aquella época a los próximos días que se vivirán en Semana Santa, realizando una comparación entre Elche y Jerusalén. También se hizo mención específica al Domingo de Ramos, de Interés Turístico Internacional, y a la Palma ilicitana, como seña de identidad y oficio de algunas familias de la localidad.

Asimismo, se relacionaron los momentos con los diferentes pasos de la Semana Santa ilicitana. Y como no podía no podía ser de otra manera el pregón concluía con las aleluyas y la Resurrección.

Estos difíciles momentos de la vida de Jesús fueron interpretados por el Grupo Cultural Jerusalem, que se encargó de aportar una dosis de realismo y dramatismo al escenario.

Durante el acto, celebrado por Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Elche, también se entregaron las distinciones de honor al director en Elche de la UNED, José Pascual Ruiz, como abanderado , y a la tripleta, Arantzazu Bailén, Esther Córdoba y Vicente Albarranch, como trencaor.