La «Trencà del Guió» es uno de los actos más singulares y llenos de simbolismo de la Semana Santa ilicitana y que se celebra todos los años en la noche del Viernes Santo, al término de la procesión general de hermandades y cofradías y del Santo Entierro. El acto se representa en una ceremonia solemne cargada de simbolismo y de interés popular por lo que puede predecir la rotura de la banderola. Concretamente, el Santo Entierro es encabezado por una bandera negra conducida por tres personas vestidas de gala para la ocasión. A su paso por la Plaça de Baix, este guión se retira a las Casas Consistoriales, hasta la llegada del trono de la Virgen de los Dolores, que se sitúa en uno de los extremos de la plaza, junto a las autoridades civiles y eclesiásticas para hacer su aparición entonces los portadores del guión. Tanto el «trencaor» como las damas realizan en ese momento ante la Virgen dos reverencias consecutivas y después el responsable de la tripleta, con la bandera en sus manos, ondea la insignia y, con un movimiento entrecortado, rompe el asta del guión. La tradición local indica que una buena rotura del guión es presagio de un buen año para la ciudad. El significado de esta ceremonia, cuyas primeras referencias aparecen en el siglo XVIII, no se conocen con exactitud. Pero, dado que hasta la mitad del siglo XX eran las insignias de todos los pasos las que se inclinaban ante la Virgen, todo parece apuntar hacia una especie de rendición de vasallaje de las diferentes clases sociales de la ciudad a los nobles, primitivos responsables del paso de la Dolorosa, según el historiador e investigador local Joan Castaño. Y en aquel entonces era uno de estos nobles quien, en nombre de todos, rompía el guión negro, el luto por la muerte de Cristo, como signo de su futura resurrección. En la actualidad la tripleta es elegida por la Junta Mayor y ratificada por la máxima autoridad municipal. M. J. MORA