Bajo un manto de estrellas y frente a la tenue luz del amanecer, se celebró ayer la efeméride más destacada de las fiestas patronales de invierno de Elche. Con fe y, sobre todo, tradición, la playa del Tamarit revivió un año más la representación del hallazgo de la Virgen de la Asunción, que data de 1370, y en la que la imagen de la Patrona, yacente en el interior de un arcón, llega al litoral ilicitano y es recogida por el guardacostas Francesc Cantó.

Pasadas las siete de la mañana, el jinete que ha encarnado a Cantó, Jerónimo Tripiana, subido a lomos de su caballo, destapó ante la atenta mirada de cerca de siete mil personas el arca, en cuya tapa se pudo leer «Soc per a Elig».

Una vez la imagen quedó al descubierto y con la música del Misteri de fondo, Cantó descubrió también lo que acompañaba a la imagen, el Consueta de La Festa. Siguiendo con la escenificación, el guardacostas informó a los regidores del Consell de la Villa de Elche sobre el hallazgo y éstos, junto con Cantó y la alcaldesa de la ciudad, Mercedes Alonso, mostraron la imagen de la Patrona a todos los asistentes.

«Es uno de los años en los que más gente ha venido», señaló el presidente de la Sociedad Venida de la Virgen, José Antonio Román Parres, quien destacó que era una cifra importante teniendo en cuenta los cerca de seis grados centígrados que marcaba el mercurio y el aire que los acompañaba.

«Hemos tenido varios contratiempos con el viento, que tumbó varios altavoces y ha hecho imposible que se llevara a cabo la instalación completa de una pantalla para que todo el mundo pudiera ver la representación lo mejor posible», explicó Román Parres, quien añadió que ya están buscando la fórmula para poder instalarla de cara al próximo año.

Pese a las bajas temperaturas, lo cierto es que los asistentes cogieron desde las cinco de la madrugada y hasta las 6.30 horas más de sesenta autobuses gratuitos desde el centro de Elche con destino al Tamarit. Algunos asistentes incluso hicieron noche en la playa, encendiendo unas hogueras que hicieron más visible el entorno.

Al término de la representación se ofició una misa, presidida por el rector de la Basílica de Santa María, Francisco Conesa Ferrer. Tras finalizar la ceremonia religiosa los asistentes iniciaron la romería hasta Elche, acompañando a la imagen de la Patrona y haciendo también un alto en el camino para degustar el tradicional «almorsar del cabasset».