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A trompicones por la calle

El Ayuntamiento atiende las quejas vecinales sobre los numerosos desperfectos que desde hace años registran las aceras de las inmediaciones del colegio Virgen de la Asunción

A trompicones por la calle

Un conjunto de aceras próximas al colegio Virgen de la Asunción son, desde hace años, motivo de queja de los vecinos y transeúntes de la zona. Su mal estado y las quejas vecinales que se han originado han llevado al Ayuntamiento a prestar atención a este problema y a principios de 2015 habrá una actuación en este sentido por valor de 26.000 euros

Lo cierto es que en algunos puntos están tan deterioradas las aceras que han dado pie a más de un tropiezo y caída. Por este motivo, y porque este segmento lleva mucho tiempo sin ser fruto de una intervención, vecinos del barrio han mostrado su malestar por esta situación.

Caídas

Precisamente, hace unos dos meses una persona se precipitó al suelo por culpa de uno de estos baches. La caída fue tal que incluso hasta el lugar se trasladaron policías municipales, que levantaron acta, y una ambulancia, cuyo personal atendió a la persona accidentada, según manifiestan inquilinos de la zona.

Este incidente se ha comentado por la barriada y vecinos vuelven a reclamar por enésima vez una mejora evidente de parte de las aceras, máxime si se tiene en cuenta que por el lugar transitan un gran número de escolares del mencionado colegio, además de ser una de las zonas más transitadas del casco urbano.

En concreto, las que presentan pequeños agujeros, desniveles o ligeros hundimientos, además de alcorques que, en un despiste, también pueden contribuir a las caídas, se concentran sobre todo en las aceras de la calle Capitán Antonio Mena, junto al colegio Virgen de la Asunción.

Mal estado

Pero algunos residentes también señalan al mal estado de las aceras de enfrente, junto al antiguo edificio de profesores, así como en la esquina de José María Buck con Concepción Arenal, en las inmediaciones de una rampa.

El deterioro es más que evidente dadas las numerosas grietas, formación de charcos o desconchados que aparecen casi de manera continua al caminar por el lugar.

El Ayuntamiento quiere poner remedio a esta situación y tiene previsto consignar una partida de 26.000 euros y sacar a contratación unas obras en 2015 que llevan mucho tiempo pidiendo paso.

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