El barrio de El Raval se volcó ayer por la tarde con la tradicional procesión en honor a la Inmaculada Concepción. Las actividades festivas comenzaron ayer por la mañana con un volteo de campanas y disparo de cohetería desde el campanario de la parroquia para anunciar a todos los vecinos e ilicitanos la jornada festiva.

Uno de los actos más solemnes del programa tuvo lugar a media tarde con la celebración de procesión por las calles del barrio, un recorrido que contó con la asistencia de la colla de dolçaina i tabalet «El Cascabot», miembros de varias comisiones de fiestas y los integrantes de banda de cornetas y tambores de La Samaritana.

Una vez concluido el itinerario, que contó con un numeroso grupo de fieles alumbrando, se ofició una misa cantada por la Camerata de la Merced. La festividad de la Inmaculada Concepción se venera en el barrio de El Raval desde el siglo XVII, teniendo su máximo apogeo a principios de siglo XX con la antigua congregación de hijas de María Inmaculada, una tradición que la parroquia pretende recuperar de forma paulatina y que cada año cuenta con un mayor número de participantes.

También las pedanías de La Hoya y Daimés se sumaron ayer a la celebración de la festividad del 8 de diciembre. Para ello se diseñó un extenso programa de actividades que se inició por la mañana con una eucaristía y que incluyó también actividades y juegos infantiles.

Además, por la tarde hubo un disparo de cohetes y un pasacalles, y a las 18 horas estaba prevista la solemne procesión en la que la Virgen debía ser portada por sus costaleras.