Daniel McEvoy, edil de Educación, teniente de alcalde, miembro de la junta de gobierno a la que no pudo acudir el pasado viernes por encontrarse enfermo justo el día en que se aprobaba provisionalmente la adjudicación de las obras del polémico Mercado Central y uno de los firmantes el pasado 3 de agosto, junto a sus compañeros del PP Sebastián Polo y Manuel Latour, de un escrito en el que le pedían a su grupo municipal «un cambio en las formas» de gobernar, volvió ayer a abrir la caja de los truenos.
El concejal, a través de un nuevo escrito, se muestra sin miedo ante la posibilidad de ser apartado de la junta de gobierno y de ver retirada su tenencia de alcaldía, nítido al afimar que su compromiso es con el partido y con los ciudadanos, y contundente al asegurar que en ocasiones los concejales han acudido a las juntas de gobierno e incluso a algún pleno sin ser informados de cuáles son los temas que se van a tratar o cuál es la dirección y justificación del voto.
Pero en el escrito, el responsable de Educación desvela que la alcaldesa ha maniobrado para retirar la tenencia de alcaldía a sus otros dos compañeros díscolos, Sebastián Polo (Seguridad) y Manuel Latour (Hacienda) cuando expresaron su disconformidad sobre un asunto que no precisa.
«Amenazas»
«Esa actitud crítica, en el buen sentido del término, fue la que llevó a la alcaldesa a plantearse la retirada de la tenencia de alcaldía y el cambio de competencias a dos de nosotros, Manuel Latour y Sebastián Polo, cuando nos opusimos a apoyar un asunto que consideramos que no beneficiaba a la ciudad», para añadir McEvoy que «el hecho de que la alcaldesa no cumpliera sus amenazas se debió únicamente a que hicimos piña en torno a esos dos compañeros, pues nos parecía sumamente injusto que dos concejales que habían cumplido a plena satisfacción con sus competencias y obligaciones fueran castigados de ese modo».
El edil díscolo señala a continuación que él también está de acuerdo en que Elche se merece el mejor mercado posible, pero que «otra cosa es que no estemos de acuerdo en la forma en que se ha llevado a cabo el proceso: en primer lugar, creemos que María José López nunca tenía que haber sido retirada del proyecto como lo fue en 2012. En segundo, que se debería haber intentado alcanzar el máximo consenso posible, cosa que habría ocurrido de haber llevado ella las riendas. Por último, que el proceso tendría que haber sido más transparente: a los concejales del equipo de gobierno, al menos a nosotros, no se nos ha informado de nada desde que a María José la apartaron del núcleo decisorio de este asunto».
En este punto, Daniel McEvoy apunta que si aquellos que ejercen «la potestas en el Ayuntamiento y en nuestro grupo municipal no tienen en cuenta nuestra opinión absolutamente para nada, nosotros, que hemos reivindicado nuestra auctoritas con nuestro trabajo y nuestra actitud durante esta legislatura, nos veremos totalmente legitimados para tomar las decisiones que consideremos más convenientes para la ciudad de Elche».
De la misma forma advierte que «si la alcaldesa nos quiere destituir, puede hacerlo en el momento que quiera, tiene potestad para hacerlo. Nosotros no tenemos ningún apego al cargo. Ahora bien, fuimos elegidos por el pueblo en unas elecciones, por lo que seguiremos trabajando hasta junio para cumplir con el compromiso que hemos adquirido con Elche», de lo que se podría deducir que él y los ediles críticos en última instancia no renunciarían a su acta.
El concejal quiere subrayar que «esto no significa que nos hayamos alejado del PP, que no se llamen a engaño los partidos de la oposición que ahora nos alaban públicamente. Muy al contrario, lo que creemos, con toda sinceridad y sin ánimo de parecer petulantes, es que con esta actitud defendemos los principios por los que concurrimos en una lista y obtuvimos la confianza de miles de ciudadanos».
McEvoy explica por otro lado que en el último pleno ordinario, en la reunión previa del grupo ni tan siquiera se informó a los ediles «de que se iba a tratar el tema de los cambios en la urbanización de diferentes sectores urbanísticos de Peña las Águilas, ni se nos dijo que nuestro portavoz fuera a presentar una moción in voce sobre el asunto de los emolumentos por asistencia a plenos extraordinarios», para añadir que algo similar ocurre en las juntas de gobierno: «Sólo unos pocos planteamos dudas, preguntas y reparos a los asuntos que se tratan, cosa que pensamos es nuestra obligación pues, si bien las decisiones son colegiadas, el debate y estudio de los asuntos es, en nuestra opinión, nuestra obligación en aras de la defensa de los intereses de los ciudadanos a los que representamos.
Apartar de la junta de gobierno
El concejal Daniel McEvoy, quien en declaraciones ayer a este diario no descartaba que la alcaldesa lo vaya a apartar de la junta de gobierno y de la tenencia de alcaldía próximamente -«Es probable, es su potestad, así lo parecen indicar sus últimas declaraciones. Ella nos puso y nos puede quitar, pero yo no he hecho nada merecedor de ello»-, concluía su escrito aseverando: «Mi compromiso personal con el partido y con la ciudadanía está incólume. De hecho es más fuerte que el primer día. Que no le quepa la menor duda».
Precisamente, ayer por la mañana el portavoz del grupo municipal del PP, Manuel Rodríguez, aseguraba que en el equipo de gobierno «no hay ningún tipo de división ni divergencia», insistía en que «estamos unidos» y ante la pregunta de si va a haber una remodelación de la junta de gobierno indicó que esa era una competencia de la alcaldesa.
