Es raro visitar Elche en esta coyuntura y no encontrarse con calles levantadas y cortadas, pero también con aceras renovadas y firmes nuevos. Diferentes sectores de la ciudad, incluso varias pedanías, como Arenales o Torrellano, asisten desde el pasado mes de julio a un desembarco de máquinas y obreros que han provocado, provocan y provocarán molestias inevitables a los vecinos, transeúntes y conductores, pero que, en poco tiempo, permitirán disponer de una ciudad con aceras y calles renovadas y, sobre todo, algo que a simple vista no se ve: que haya menos fugas en las tuberías subterráneas, que el agua llegue a casa con presión o que cuando haya precipitaciones torrenciales, se produzcan las menos inundaciones posibles.
Esta oleada de actuaciones, a cargo de la empresa mixta Aigües d'Elx, comenzaron el pasado verano con el corte de parte de la Circunvalación Sur y la calle que pasa por delante del Hospital General. También la normalidad se alteró en los viales Sucre y Melchor Botella. Luego vinieron los cortes y la renovación de la avenida Alicante. El 18 de agosto se registraban nuevas obras, en este caso de peatonalización del Carrer Ample. Paralelamente arrancaban las obras en el barrio de La Zapatillera, que se prolongarán hasta principios de próximo año y que son evidentes, con numerosas zanjas abiertas y vallas desviando el tráfico rodado y a pie.
Hace poco se peatonalizó también la calle Trinquet y durante esta semana se ha interrumpido al tráfico la calle frente a las nuevas dependencias de Hacienda y también en el entorno de sus antiguas dependencias. Además, hace escasos días se anunció que a principios de año se levantarán parte de las calles frente a la Guardia Civil, el colegio San Fernando e incluso la Ciudad de la Justicia. Aigües d'Elx tiene previsto así invertir 1,9 millones de euros antes de fin de año. Actuaciones de mejora, en definitiva, a pocos meses de las elecciones municipales.
