La calle Jorge Juan permaneció ayer cerrada al tráfico para que los operarios de una empresa contratada de urgencia por el Ayuntamiento realizaran un boquete redondo de seis metros de profundidad -hasta llegar a la galería subterránea que unos ladrones construyeron en su afán por apuntarse el robo del siglo y saquear la caja fuerte del Banco Popular- y para introducir después por él 60.000 litros de hormigón que, según estaba previsto, debía ir fluyendo por el pasadizo que se habían abierto en la piedra los delincuentes. El mismo pasadizo subterráneo en el que trabajaron durante unos cinco meses, según se cree, abriendo un túnel de película hasta la sala de la caja fuerte del banco, y el mismo túnel por el que se escaparon corriendo el sábado 23 de agosto cuando saltó la alarma del banco instantes antes de que se hicieran con el botín.
Anoche estaba previsto que los trabajos se llevaran a cabo ininterrumpidamente hasta la mañana de hoy con la intención de reabrir al tráfico al menos un carril de la céntrica calle y a petición de los vecinos, según anunció el concejal de Vía Pública, Manuel Rodríguez, quien reiteró que costarán 30.000 euros que el Ayuntamiento tiene previsto reclamar después a quien corresponda (lo que aún no ha quedado claro es a quién le toca pagar).
Precisamente después de haber abierto el boquete en el suelo para inyectar el hormigón la broca de la «pilotadora» se averió, aunque los técnicos municipales consideraban que podrían conseguir rellenar por completo el pasadizo desde una sola abertura en la calle, dado que tiene aproximadamente medio metro de pendiente y el mortero con «fluidificante» podía deslizarse hasta cubrir todo el volumen del túnel, tal y como señaló también la alcaldesa, Mercedes Alonso.
Los vecinos, por su parte, estaban ayer satisfechos con que se sellara el túnel, algo que han venido reclamando prácticamente desde el primer día porque temían por sus edificios, ya que la galería comienza en una vivienda en la calle Calderón de la Barca, atraviesa la manzana hacia Lope de Vega y después la calle Jorge Juan hasta llegar al banco. Y es que el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos del Ayuntamiento recomendó en un informe reciente llenar con hormigón la galería «en el plazo de tiempo más breve posible» porque la excavación carece de elementos de sujeción o revestimiento y no se conoce la naturaleza del terreno.
Profesional
A pesar de ello, el trabajo es más que profesional. Un pozo de 1,70x1,10 metros se abre hacia el suelo en la habitación más retirada de la casa deshabitada de Calderón de la Barca en la que se escondieron los delincuentes para comenzar a cavar su túnel con martillos neumáticos manuales -según el jefe de mantenimiento y vía pública de Elche, Antonio Cabrerizo- y ayudados por un carro con ruedas y una cuerda que permitía ir sacando escombros e irlos amontonando en las habitaciones de la casa, desde el suelo hasta el techo. Una vez alcanzaron los seis metros de profundidad, y sabiendo que a ese nivel ya no iban a encontrarse con tuberías y cables de los edificios ni en las calles, comenzaron a excavar la galería en dirección al banco. Esa galería quedará ahora permanentemente cerrada con hormigón mientras sigue la investigación de la Policía Nacional para tratar de dar con los frustrados ladrones.
