La gripe se transmite de persona a persona a través de las secreciones respiratorias. El periodo de transmisibilidad se produce entre las 24 y las 48 horas antes del inicio de los síntomas hasta cinco o seis días después y el periodo de incubación suele abarcar entre uno y cinco días. La vacunación anual es la principal medida de prevención contra la gripe, siendo necesario vacunarse todos los años debido a que las cepas que componen la vacuna cambian de una temporada a otra. Según los especialistas, la efectividad de la vacuna es aproximadamente del 80%. El objetivo principal de las campañas de vacunación es proteger a los grupos de riesgo, en los que la enfermedad es potencialmente grave, sobre todo, por las complicaciones que desencadena. La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus, que provoca aproximadamente entre el 10 y el 20% de todas las enfermedades respiratorias. Destaca por su elevada capacidad de transmisión de persona a persona por vía aérea, y se presenta generalmente en invierno, con el pico de máxima incidencia entre la segunda y la quinta semana en forma de epidemia. La gripe se asocia a un aumento anual de hospitalizaciones y de defunciones. La población afectada en cada epidemia oscila entre el 5 y el 20% de la comunidad y la vacunación es el método más efectivo para prevenir la infección y sus complicaciones. M. J. M.