Rafael Calvo Rodríguez, quien dirigiera durante 34 años la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), falleció ayer a los 69 años de edad dejando una huella irremplazable en el sector, que le recuerda como una figura fundamental en la unión de las distintas agrupaciones de fabricantes y en la apertura decisiva de la marca «Made in Spain» al extranjero. Desde 1984 ejerció como secretario general de la Federación y a partir de 1992 como presidente ejecutivo, hasta su retiro en 2013. Desde 1995 y hasta mayo de 1997 fue presidente de la Confederación Europea del Calzado, siendo reelegido en dos periodos sucesivos y nombrado posteriormente presidente de honor.
Rafael Calvo nació en Madrid el 24 de octubre de 1944 y será incinerado hoy tras una misa que tendrá lugar a las 19 horas en el tanatorio La Paz, en Tres Cantos (Madrid). Ejerció como abogado y funcionario del Cuerpo Superior de la Administración del Estado, y se vinculó al sector del calzado como asesor en el año 1978 después de haber desempeñado el trabajo profesional en puestos directivos en distintas empresas. También fue consejero de ICEX España Exportación e Inversiones, vocal de la Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), vicepresidente de la Fundación Ficia, miembro del pleno y vocal del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Alicante o miembro del Patronato de la Institución Ferial Alicantina, entre otros cargos. En definitiva, estuvo presente de forma constante en todos los foros en los que se le requirió representando al sector, con vocación de «luchador infatigable, de carácter decidido y fuerte personalidad», tal y como le recordaban ayer desde FICE: «Un negociador duro pero flexible, capaz de llegar a acuerdos en las situaciones más difíciles, que supo conjugar ambas características para lograr la unidad del sector, así como prestigio y reconocimiento para la industria, consiguiendo situarla al más alto nivel».
Precisamente su sucesor en FICE, el actual presidente José Sanchís, alabó ayer desde China que fue un hombre muy importante para el sector. Javier García Lillo, secretario general de FICE, recordó ayer que cuando Rafael Calvo llegó a la secretaría general en 1978 lo hizo como negociador de los convenios y con la prioridad de unir a un sector que se caracterizaba porque cada zona geográfica era competencia de las otras, por lo que una de sus primeras y primordiales aportaciones fue conseguir unir a un sector que estaba enfrentado en doce asociaciones poniendo el germen que permitiría establecer estrategias y planes conjuntos que desembocaran en la promoción internacional de la industria. FICE recordaba ayer su lucha por promover una imagen de sector fuerte, con buenos empresarios, construyendo un prestigio que permitió que las administraciones se implicaran en apoyarlo. «A nivel personal éramos muy amigos, tuvo una personalidad y un carácter fuertes pero con argumentos y siempre desde el conocimiento, sobre todo escuchando a las empresas».
Negociación
Por su parte, Pascual Pascual, representante de CCOO, recordaba ayer que «le conocía desde el primer convenio que fui a negociar en 1979 y ha sido un hombre que se ha preocupado por el sector y así lo hemos considerado desde el sindicato, pues pese a haber estado en negociaciones con posturas a veces encontradas él era un hombre de sector y no solo de los empresarios, mucho menos de intereses particulares». El sindicalista añadió que «hemos tenido mucho diálogo y los convenios siempre se han resuelto, era un hombre que buscaba el interés global del sector para ponerlo en primera línea y que aquello del "Made in Spain" tuviera resonancia en Europa». Asimismo, desde CC OO rememoraban también que «estaba por acabar con la economía sumergida, por lo que tiene de competencia desleal entre unas y otras empresas; estaba por cumplir las reglas del juego y llamaba a la legalidad del sector». Pascual Pascual no quiso ayer dejar pasar la oportunidad de «mandar el pésame a la familia y al sector de los empresarios», y alabó su papel como «pionero llevando a Europa la marca España y llegando a conseguir que un empresario del calzado español formara parte del consejo del presidente estadounidense Reagan». Más aún, logró que por primera vez se celebrara en Elche una asamblea de representantes de calzado a nivel europeo, lo que dio la oportunidad a los sindicatos y a los trabajadores de transmitirles su visión.
Referente
La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, señaló ayer que «Rafael Calvo ha sido un referente para el calzado español y un gran defensor de nuestras marcas en todo el mundo», hasta el punto de que «mucho antes del comienzo de la crisis en 2008, ya hablaba de la importancia de reestructurar el sector del calzado para conseguir empresas más competitivas y el tiempo le ha dado la razón». Fue, en palabras de la regidora ilicitana, «de los primeros en incidir en que las empresas españolas e ilicitanas tenían que hacer una apuesta decidida por el diseño, la calidad, la moda y la marca» y por todo ello Alonso aseguró que «Rafael Calvo deja una gran huella y un gran legado de trabajo en la patronal del calzado, fue una gran persona a la que tuve el gusto de conocer y es una gran pérdida».
Por su parte, la alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa, consideró su fallecimiento como «una pérdida irreparable, en tanto que fue una persona que hizo mucho por impulsar la promoción de la industria del calzado de nuestra ciudad». A juicio de la regidora, Calvo «deja una huella imborrable entre los que le conocíamos por su gran trabajo y dedicación».
