Un perro de raza catalogada legalmente como potencialmente peligrosa perro potencialmente peligrosa que estaba siendo paseado por su dueño sin correa ni bozal en una urbanización de Alicante agredió el lunes por la noche a una mujer que se encontraba paseando a sus dos perros en un área deportiva anexa a una zona de juegos infantiles. El incidente se produjo en torno a las 21.45 horas en la urbanización Bonalba, donde reside la mujer agredida, Antonia Galindo, quien trabaja en una tienda de moda de Elche. Tal y como denunció ante la Guardia Civil tras ser atendida por una ambulancia y en el Hospital de San Juan de Alicante, el lunes por la noche salió a pasear a sus dos perros a una pista deportiva cuya puerta estaba abierta, cuando advirtió que un vecino estaba paseando sin las medidas de seguridad que exige la ley a su perro, de raza pitbull y grandes dimensiones, sobre el cual ella ya le había advertido que debía llevarlo sujeto.
Sin tiempo para reaccionar, Antonia Galindo cuenta que el perro se dirigió hacia ella de forma «frenética y descontrolada» y que mientras el propietario la tranquilizaba a gritos diciéndole que no era agresivo, el pitbull agarró del cuello a uno de sus perros, un setter inglés de 15 años de edad y menor tamaño, zarandeándolo violentamente. Al intentar evitarlo, Antonia Galindo sostiene que el pitbull la mordió en la mano y el brazo con violencia y finalmente la soltó pasando a atacar a su otro perro, un pastor catalán. Entre tanto, había llegado a la carrera el dueño del pitbull, quien también resultó herido al intentar detener la agresión. En ese momento, la denunciante sostiene que ante los gritos de auxilio salieron otros vecinos de sus viviendas -que avisaron a una ambulancia- y que el dueño del perro se marchó del lugar sin prestarle auxilio, dándose «a la fuga» dejándola en el suelo, sangrando y con su perro más pequeño gravemente herido (la mascota fue ingresada en una clínica y permanece en estado crítico).
Según relató a este diario, ayer por la tarde la Guardia Civil detuvo al propietario del perro, que tiene otro de similares características. Antonia Galindo lamentó que es necesario que los dueños de estas razas «se conciencien de lo que son estos animales; se volvió completamente loco y podía haber hecho cualquier cosa, podía haber atacado a un niño porque estaba al lado del parque infantil y si los vecinos no hubieran cerrado la puerta del campo de fútbol (cuando acudieron a auxiliarla) podría haber mordido a cualquiera».
