Un enorme ventanal del edificio del Rectorado de la Universidad Miguel Hernández de Elche ha tenido que ser apuntalado tras descubrirse grietas en el interior y el exterior del edificio, cuya estructura se acabó de construir a principios de 2004. El Vicerrectorado de Recursos Materiales descarta que las grietas supongan un riesgo para la integridad del edificio, aunque han solicitado un informe patológico para evaluar el alcance de las lesiones y para conocer con exactitud cuál es la intervención necesaria para reformarlo. Mientras tanto, los puntales -que se instalaron antes de las vacaciones de verano- seguirán en su lugar para asegurar que las grietas no sigan avanzado o para, al menos, minimizar los daños.
El edificio se recepcionó hace algo más de diez años, en enero de 2004, y la obra contaba con una garantía de tan solo un año de duración según aseguraron ayer desde la Universidad. La inversión por parte de la UMH para la estructura del edificio fue de 5,4 millones de euros y la obra se adjudicó en agosto de 2002, según reflejó en su momento el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Por otro lado, años más tarde se ejecutaron obras de habilitación de la planta baja («obras de habilitación de espacios de reserva» según el Boletín Oficial del Estado), que costaron otros 2,1 millones de euros y que se recepcionaron en mayo de 2007. La garantía de la obra duraba dos años, según ha informado también en este caso la propia Universidad, que comenzaron a contar en agosto de aquel mismo año.
Tampoco se conoce por el momento cuál será el presupuesto necesario para la reforma, dado que no se cuenta aún con una evaluación de los daños. Las fisuras son visibles en el interior y exterior del edificio, en la fachada principal alrededor del gran ventanal.
Fianza
Una obra pública lleva aparejado el depósito de una fianza sujeta a la comprobación de posibles deficiencias (que se devuelve transcurrido un plazo) y la Ley de Ordenación de la Edificación recoge los tipos de garantías (o responsabilidad civil) y su duración legal que concurren en cada caso, estableciendo un periodo de diez años para los daños estructurales, tres años para daños materiales causados «por vicios o defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los requisitos de habitabilidad» y un año por daños «por vicios o defectos de ejecución que afecten a elementos de terminación o acabado de las obras».
Por ello, desde la Universidad Miguel Hernández no pudieron aclarar quién tendrá que correr finalmente con los gastos de la reforma y emplazaron al momento en que se conozcan los resultados del informe patológico, que señalará el alcance de las grietas.
