El barranco de San Antón recupera, poco a poco, su imagen primigenia. La acumulación de matorrales, maleza seca y arbustos salvajes forma ya, casi, parte de la historia. A la vista de la dejadez de la Confederación Hidrográfica, propietaria del espacio público, el Ayuntamiento ilicitano solicitó a principios de verano los permisos oportunos para proceder a la limpieza de una zona que lleva más de una década sin ser sometida a un exhaustivo saneamiento y en la que la broza había alcanzado una densidad y unas dimensiones peligrosas, incluso, para las viviendas colindantes ante la posibilidad de la llegada de una gota fría. Por ello, las brigadas municipales iniciaron a principios de semana las tareas de limpieza, para las que previamente han tenido que aplanar una pendiente por la que pudieran bajar las máquinas excavadoras y los camiones.

Ayer mismo, incluso, se trasladó a la zona una grúa-pluma para retirar las ramas de los arbustos de mayor tamaño. En principio, la limpieza se va a centrar en el entorno del estadio Martínez Valero, donde el barranco dispone de dos pasarelas por las que incluso pueden pasar los peatones y que hasta la fecha estaban ocultas por la broza.

La concejal de Emergencias, Manuela Mora, aseguró ayer que los trabajos de adecuación y limpieza está previsto que concluyan a lo largo de la jornada de hoy, ya que desde el Ayuntamiento se ha primado la limpieza de este barranco con el fin de adecuarlo lo mejor posible por si llegaran lluvias torrenciales.

La iniciativa ha sido muy aplaudida por unos vecinos que llevan años reclamando al Ayuntamiento medidas para adecentar una zona que, además, debe prepararse para albergar el parque multiaventuras que se está construyendo en el huerto de Travalón y que pretende convertirse en un punto de atracción turística.

La limpieza de San Antón se incluye en el plan de adecuación de barrancos y vaguadas que el Ayuntamiento de Elche pretende realizar a lo largo de los próximos días para mantener las zonas de paso de agua lo más diáfanas posibles ante la llegada del próximo otoño.