Bienvenida Gil, la ilicitana que estuvo durante cerca de un mes acampada en la Plaça de Baix hasta mediados de agosto, cuando el Ayuntamiento la obligó a abandonar las inmediaciones del Consistorio debido a las fiestas de agosto, retomó ayer sus protestas para reivindicar una renta mínima, ya que según denuncia lleva más de cuatro años en paro y sin cobrar ningún tipo de prestación.

Su lucha se centra ahora en conseguir una ayuda «urgente» que otorga el Consistorio para casos como el suyo. Sin embargo, denuncia que desde los Servicios Sociales del Ayuntamiento tan solo le han «puesto trabas para alargar el proceso, ya los trámites se alargarán más de dos meses».

«Empecé a tramitarlo a finales de julio. A pesar de pertenecer al centro social de Poeta Miguel Hernández me dijeron que tenía que pedir cita en la trabajadora social de El Raval, y que ésta me derivara a mi centro, con el consiguiente retraso que eso supone». Además, denuncia que «tan solo dan doce números al día para pedir esta cita, por lo que prácticamente hay que dormir allí para conseguir número».

Finalmente consiguió que la citaran para el próximo jueves, más de un mes después, pues para comenzar a tramitar la ayuda le piden una serie de documentación que en algunos casos tarda semanas en tramitarse, como los certificados del INEM como que no recibe prestaciones, o el documento homónimo de la Seguridad Social, «además de las continuas trabas que te van poniendo los propios trabajadores sociales».

Por tanto, Bienvenida Gil permanecerá en la Plaza de Baix «hasta que alguien me escuche y me de una solución a mi situación», ya que no se le ha concedido ningún tipo de ayuda a pesar de «que llevo más de cuatro años sin ingresos, y por problemas de salud tengo que gastarme alrededor de 200 euros en medicamentos». «Al no haber cotizado por estar trabajando sin contrato, me dicen que no tengo derecho a que me den de forma gratuita la medicación, por lo que son mis padres y mis amigas las que tienen que ayudarme cada mes para salir adelante».