La concejal del grupo de no adscritos, Cristina Martínez, fue la tercera en tomar la palabra deseando que el pleno sirviera «para salir con las ideas más claras para trabajar por los ilicitanos, olvidando las luchas políticas». A partir de ahí, la edil pormenorizó las carencias que en materia sanitaria sufre la ciudad al faltar médicos, cerrar la unidad de hemodinámica, existir largas listas de espera en especializada y demoras en las consultas de Primaria, falta de habitaciones individuales para todos los ilicitanos, inexistencia de una UCI infantil, «abandono» de los pacientes en Observación de Urgencias del Vinalopó, «desvío» del SAMU a Santa Pola, tardanza en sustituir las máquinas de rayos estropeadas, reducción de celadores en el PAS o el nulo criterio sobre las medidas de protección frente al ébola. Precisamente, uno de los momentos más sorprendentes de la sesión se produjo cuando la edil mostró los diferentes equipos de protección que emplea el personal sanitario. «Están trabajando para cargarse la sanidad pública de gestión pública», aseveró Martínez. M. J. M.