El tan traído y llevado pleno para debatir el estado de la ciudad fue ayer de todo, menos un debate. La sesión comenzó con puntualidad británica y una de las cuestiones que llamó inmediatamente la atención tanto de los concejales de la bancada de la oposición como de muchos de los numerosos asistentes que abarrotaban la sala fue la ausencia de cuatro de los ediles «afines» a la alcaldesa -Luis Ángel Mateo, Daniel Rubio, Antonio Luis Martínez-Pujalte y Vicente Granero-, lo que fue interpretado por muchos como un auténtico desprecio por parte de Mercedes Alonso a un debate propuesto por el PSOE para analizar las carencias que sufre la ciudad pasados tres años desde el inicio de la legistatura y a tan sólo diez meses de las elecciones.

El primer turno de intervenciones le correspondió al portavoz del PSOE, Antonio Rodes, quien recordó, no sin intencionada ironía, que en 2011 Alonso se comprometió a ceder su sueldo a Cáritas y a no subirse en el coche oficial. «Ha hecho muchas cosas mal, muy mal, pero lo peor ha sido cómo ha separado lo público de lo privado, primando lo privado y los negocios. No ha sido la alcaldesa de todos los ilicitanos, sino sólo de los más poderosos». Rodes, que rechazó la altivez y prepotencia de Alonso, entró en «harina» criticando duramente la política urbanística desarrollada por el PP, el «bluf» del Mercado Central, la falta de iniciativas en materia de infraestructuras, la suciedad y el escaso mantenimiento de los parques y jardines, la escasa sensibilidad municipal con la pobreza social o con los desahuciados, el abandono de las playas y de las pedanías... «Pero además hay que decir que la calidad democrática del Ayuntamiento es una ceremonia de ocultismo y aquí es donde la oposición está peor tratada». Rodes empleó la última parte de su exposición para «lamentar» que en este mandato «no se haya hecho nada, absolutamente nada, y por eso se ha empecinado en el Mercado Central, haciendo un pulso a la razón» y recriminó a la alcaldesa su carácter poco dialogante. El portavoz del PSOE concluyó su exposición de más de veinte minutos aseverando que «usted no quiere a Elche, y Elche no la quiere a usted».

La réplica a la oposición, personalizada en el PSOE, le correspondió al portavoz del PP, Manuel Rodríguez, a quien no le dolieron prendas en reconocer que «Elche está mucho mejor ahora que en 2011. Hemos trabajado mucho en todas las áreas y sería eterno enumerar las acciones que se han realizado y las que quedan por hacer».

A partir de ahí, y en contraposición al decálogo de Rodes, Rodríguez detalló los logros en materia de empleo y empresa -la oficina de ayuda al emprendedor, la agencia de colocación, el plan de dinamización del comercio, el plan de impulso a la economía, la instauración de las licencias express o el fomento de las licencias de actividad-, las acciones de política social con la creación de la mesa de la solidaridad, la puesta en marcha de Agencia Amics, la financiación del servicio de teleasistencia, el desarrollo del plan de turismo inclusivo, las ventajas en el IBI para familias numerosas o los avances en materia de limpieza con la recogida diaria de basura, las brigadas de acción inmediata, la instalación de nuevos contenedores... También se refirió el portavoz del PP a las incontables mejoras en los centros escolares, «y todo ello a pesar de la deuda que nos dejaron». Además se refirió Manuel Rodríguez en su turno de palabra -que duró unos veinticinco minutos- a las inversiones realizadas por el equipo de Gobierno en jardines, zonas públicas, parques infantiles, en pavimentos, en caminales, en asfaltado, en acondicionamiento de medianas... «Hemos gobernado y hemos sentado las bases para el futuro. En tres años hemos hecho más cosas que ustedes en la década. Eso se llama gestión, gestión y gestión, con más servicios sociales y nuevos proyectos de ciudad, con menos impuestos, con más trabajo. Les dejo a ustedes las fanfarrias y las posturitas para las fotos y nosotros a trabajar y con las manos limpias, muy limpias».

En el turno de réplicas, Rodes recriminó a la alcaldesa la convocatoria de un pleno de forma apresurada «en la que faltan cuatro concejales del PP. Ustedes desprecian la labor de control de la oposición» y subrayó que «les da urticaria hablar con la oposición». El portavoz del PSOE dijo que, pese a la intención de la oposición de «plantear medidas que sirvan de algo a los ilicitanos, ustedes se preocupan mucho por no permitir que se busquen medidas para mejorar la calidad de vida de los que habitan la ciudad, y en particular de los que peor lo están pasando».

La alcaldesa también quiso aportar su granito de arena al debate, y después de recordar el aumento del presupuesto para políticas sociales o la implantación de la recogida de basura diaria, afeó la diatriba de Rodes trasmitiendo una imagen de la ciudad «gris, como nos tiene acostumbrados y apocalíptica, sucia, perversa y abominable. Ustedes tienen poca fe en esta gran ciudad, nosotros sí». Alonso remarcó que «algo tendrán que ver las políticas de los municipios» en la creación de empleo y destacó las inversiones del equipo de Gobierno en materia de educación o las inversiones en pedanías. «La gente nos ha dicho democráticamente que ahora estemos aquí y estaremos los cuatro años de legislatura y las mayorías son las que gobiernan», sentenció Alonso.

Al final, el pleno extraordinario se convirtió en un «escaparate» para que cada grupo municipal expusiese su punto de vista, tirándose, en mayor o menor medida, los trastos a la cabeza, pero sin plantear ninguna propuesta útil para los ciudadanos. Sin duda, tras la sesión se ha hecho evidente que se ha cumplido la máxima de que «todo depende del color del cristal con que se mire».