La pasividad de la Conselleria de Sanidad a la hora de facilitar los equipos de protección para el personal sanitario frente al ébola está asombrando a propios y extraños. Mientras que en el Hospital General se cuenta con un «kit» compuesto por batas y calzas similares a las de quirófano -aunque algunas fuentes aseguran que están impermeabilizadas- y una mascarilla especial, los equipos con los que cuenta en Hospital del Vinalopó, a tan sólo unos cuantos kilómetros, es mucho más sofisticado e incluye una especie de escafandra, guantes, mascarilla con respirador, calzadas y gafas. No obstante, estos equipos distan mucho a los que se ha facilitado al SAMU, donde el material parece que es ciento por ciento impermeable.

Las reacciones entre los responsables sindicales y políticos no se han hecho esperar, ya que cuanto menos la permisividad de los responsables del departamento de Llombart sorprende por cuanto lo lógico no sería sólo que los equipos de protección fueran los mismos para todo el personal sanitario de Elche, sino también para el de todos y cada uno de los centros sanitarios de la Comunidad Valenciana.

En este sentido, la excon cejala de Sanidad y ex directora de Atención Primaria del Hospital General de Elche, Cristina Martínez, expresaba ayer su indignación por la «discriminación» a que se está sometiendo en este tema al centro hospitalario de gestión pública. «La gestión frente al ébola puede simplificarse con una buena detección desde los aeropuertos, informando a la población y unificando criterios entre comunidades y, por supuesto, entre hospitales de la misma ciudad, o ¿es que el ébola del Hospital General es distinto al del Vinalopó o al del SAMU?». Martínez remarcó que el problema es que «en el Hospital General y en los centros de salud no se han suministrado los equipos de protección que proceden, pero tampoco se les da la información ni la formación adecuada y no hay salas de aislamiento en todos los edificios y eso es un problema de Salud Pública, porque lo que pretenden es que los profesionales exploren en una sala a los posibles infectados y que después se quiten las batas permeables y sigan pasando consulta al resto de los pacientes».

Además, Martínez arremetió contra las afirmaciones del conseller de Sanidad respecto a que el contagio no es posible por vía aérea, «cuando ni siquiera la Conselleria en su documento colgado en la intranet sobre el ébola y las medidas preventivas a adoptar lo afirma».

Precisamente esta disparidad de criterios es la que sorprende a Francisco Carrasco, delegado de UGT, quien ayer reconocía que no había visto el «kit» en cuestión, aunque aseguraba que desde Medicina Preventiva se había dado el visto bueno a la seguridad de los equipos de protección. Sin embargo, Carrasco se mostraba extrañado de que cada hospital de Elche dispusiera de un equipo distinto, «ya que lo lógico es que la central de compras de la Conselleria de Sanidad se hubiera encargado del aprovisionamiento de este material y que, en todo caso, fueran todos iguales».

Mientras tanto, los profesionales sanitarios siguen mostrando su malestar por la falta de información, por el temor a no saber qué tienen que hacer con exactitud ante un posible caso de ébola y por la incertidumbre de si los trajes de protección con los que cuentan son suficientemente seguros.