Agentes de la Policía Nacional requisaron ayer por la mañana las cintas de grabación del bar en el que a diario almorzaban los posibles autores del butrón de 150 metros con el que pretendían asaltar una sucursal del Banco Popular de Elche.
Se trata de un establecimiento próximo a la vivienda de la calle Calderón de la Barca desde la que los ladrones comenzaron a cavar el túnel de más de ocho metros de profundidad y un metro de ancho que les conducía hasta los sótanos de la oficina bancaria de la calle Jorge Juan.
Según los clientes habituales de este establecimiento, los supuestos autores del frustrado asalto acudían a diario vestidos de albañiles a desayunar y a almorzar. Tal y como explicaban los testigos, se trataba de tres personas que no se relacionaban con el resto de clientes y que hablaban castellano aunque tenían acento extranjero. Los presuntos asaltantes pasaban desapercibidos, más aún teniendo en cuenta que este mismo bar era también frecuentado por otros albañiles que estaban llevando a cabo obras en establecimientos cercanos.
Presencia policial
Desde primera hora de la mañana de ayer, miembros de la policía secreta y judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Elche intensificaron las investigaciones en el lugar de los hechos para intentar recabar cualquier tipo de información que les acerque a los autores del fallido robo de la sucursal bancaria.
Desde el sábado, una patrulla de la Policía Nacional custodia 24 horas al día la puerta de la vivienda desde la que se proyectó el frustrado asalto al banco. Además, los agentes continuaban rastreando la zona y hablando con los vecinos para intentar conseguir cualquier pista que ayude a esclarecer el suceso.
Y mientras esto ocurría, la calle Calderón de la Barca era objeto de atención por decenas de curiosos que se acercaban al lugar tras leer en el periódico la historia de lo que podía haberse convertido en uno de los robos de mayor importancia en la historia de la ciudad.
Los vecinos, que concedían entrevistas a televisiones de ámbito nacional, aseguraban estar aún estupefactos por la magnitud de la operación que fue frustrada por la actuación de la Policia Nacional.
Todos expresaban su asombro por cómo, pese a convivir en las últimas semanas con los supuestos ladrones, no habían llegado a sospechar nada en ningún momento.
