Hasta tres averías en las diferentes máquinas de rayos x en el Hospital General pusieron ayer en jaque el servicio ante las enormes dificultades a las que tuvo que enfrentarse el personal sanitario para realizar las pruebas. De todos los aparatos con los que cuenta actualmente el servicio de Rayos, tan solo uno funcionó ayer al averiarse durante la mañana dos unidades, que se suman a la máquina portátil averiada hace unos días en la UCI y a otro en desuso debido a su antigüedad.
De esta forma, únicamente un equipo portátil que pertenece al área de Reanimación quedó ayer operativo para atender a todo el Hospital General. Esta cadena de averías consecutivas produjo cierto caos entre el personal sanitario y los pacientes. La infraestructura ubicada en la sala 1, que da cobertura a las radiografías de Urgencias, fue una de las averiadas durante la jornada de ayer, así como la que se encuentra en la sala 5, y que da servicio a los pacientes ingresados en planta.
Por tanto, todas las atenciones se concentraron ayer en la sala 2, con la única unidad portátil que funcionaba, la del servicio de Reanimación. Las características de esta sala, además, dificultaron la labor de los celadores, pues la plataforma donde se realizan las pruebas es más alta que las camillas donde están los enfermos, ya que normalmente se destinan a usuarios con cita previa, que acuden directamente al Hospital.
Esta sucesión de imprevistos obligó ayer a los técnicos a reparar la unidad averiada de la UCI con el fin de que volviese a estar operativa, y que estuvo lista a última hora de la tarde, aunque fuentes sanitarias no pudieron confirmar a este diario si finalmente entró en funcionamiento para atender la demanda del servicio de radiología.
A pesar del colapso del servicio y el revuelo que provocaron las averías en cadena, fuentes internas apuntaron ayer a que finalmente se dio servicio a todos los pacientes, si bien es cierto que la situación causó cierto malestar tanto en el personal médico como en los pacientes que sufrieron grandes retrasos hasta la realización de las pruebas. Las unidades portátiles, como la que se trasladó ayer a la sala 2 para atender a los enfermos, normalmente se utilizan en casos donde no se puede trasladar al paciente por criterios médicos, así como en la UCI y al área de Urgencias para casos en los que se requiere una atención médica prematura.
La situación provocó las quejas del personal sanitario a la dirección del centro hospitalario, aunque no ha trascendido si va a adoptarse alguna medida para atajar la situación lo antes posible. Este diario trató ayer sin éxito de contactar con la Conselleria de Sanidad para conocer su versión de los hechos.
El colapso podría producirse hoy, pues al contar con tan solo dos máquinas portátiles, no sería posible atender todas las demandas del servicio en el Hospital General.
