Las altas temperaturas, la elevada humedad y el fenómeno de mar tropical que se está dando este verano con las aguas del Mediterráneo a más de 28 grados aumentan el riesgo de gota fríagota fría en Alicante, que se intenta contrarrestar con infraestructuras como el parque inundable que se está terminando de construir en la playa de San Juan el parque inundabley que entrará en servicio este otoño para evitar los destructores efectos de una riada.
Este parque, obra de Aguas de Alicante, consta de un gran depósito en forma de lagos con capacidad para recoger hasta 45.000 metros cúbicos de lluvia, que se captará en el punto más bajo de La Condomina, en la avenida de Pintor Pérez Gil, hasta donde confluirá el agua de diversas cuencas. Desde ahí será conducida a través de una canalización de dos metros de diámetro hasta el parque, donde caerá en dos lagos intercomunicados que suman más de 7.000 metros cuadrados de superficie.
Técnicos de Aguas de Alicante destacaron el cometido hidráulico de este parque, una infraestructura que consideran preparada para lluvias de fuerte intensidad y periodos de retorno bastante altos, y que vendrá a aliviar las numerosas situaciones de inundación que se producen en la Playa de San Juan. «Es decir, que a partir de la finalización de la obra, servirá para evitar riadas en toda La Condomina y el Hoyo 1», en la zona del Golf, muy castigada en cuanto caen lluvias fuertes.
Aguas, empresa mixta reconocida por la UE por su compromiso con los ciudadanos y las «smart cities» al liderar un consorcio multidisciplinar con doce socios europeos, costea esta obra, que prevén entregar al Ayuntamiento a finales de septiembre o primeros de octubre, con lo que el depósito entrará en servicio este mismo otoño. En él han invertido 3,6 millones de euros.
Esta infraestructura, que recibirá el nombre de parque urbano inundable La Marjal al estar su diseño inspirado en los marjales mediterráneos, tiene el valor añadido de su uso público como parque. Desde Aguas insistieron en su función esencial, la hidráulica y de protección ante inundaciones, pero a ella se suma una función de ocio y esparcimiento para los vecinos, que podrán disfrutar de los lagos, una cascada de 4,20 metros en el más pequeño, aves y peces. Además estará conectado con el parque ya existente, cuya ubicación algo apartada no propiciaba precisamente su visita, a través de una pasarela que salvará la vía del tranvía.
El parque inundable La Marjal, situado junto a la calle Oviedo en una parcela municipal de 36.685 metros cuadrados, será el segundo depósito de aguas pluviales con que se dota a la ciudad para protegerla de una riada, puesto que se suma al inaugurado en San Gabriel en 2011 con un tanque subterráneo con capacidad para retener caudales de 60.000 metros cúbicos, el 40% de los cuales se perdían en el mar, y de paso evita los destrozos que se producían en las playas. En este caso, el agua que se recoge es enviada a la depuradora Rincón de León, donde se trata para su uso posterior en el riego de parque y jardines, baldeos y agricultura. En el nuevo parque, el agua surtirá los estanques, que estarán rodeados de arbolado y especies vegetales autóctonas. Además habrá un mirador. Con ambas infraestructuras se refuerza la protección de la ciudad ante una riada de norte a sur.
