Más de 5.000 disparos de arcabuz ensordecieron ayer a las personas que se atrevieron a acudir a algunos de los puntos del recorrido del Alardo, llevado a cabo por la Asociación Festera de Moros y Cristianos, que comenzó en la calle Vicente Blasco Ibañez y terminó en el puente de Altamira.

Este año, como novedad, más de una veintena de miembros de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo de Jaca han participado en el acto más ruidoso que celebra el ente festero, y que emula la batalla entre moros y cristianos por conquistar la ciudad ilicitana.

Así, los más de 60 kilos de pólvora que se detonaron provocaron que los cristales de las viviendas vibraran y que alguno de los asistentes tuviese que taparse los oídos por el estruendo. Otros, por su parte, fueron más previsores y acudieron con tapones.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Fotos del alardo y la embajada

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO