Terrazas vacías, mesas libres y sillas amontonadas. Este es el panorama que muchos hosteleros del centro de la ciudad han sufrido durante el mes de julio ante la escasez de clientes. Resignados ante el éxodo de la mayoría de los ilicitanos a las playas, los trabajadores del sector coinciden en que esta temporada estival está siendo peor que la pasada. Las mañanas, los mediodía y las tardes son muy difíciles de llevar en los bares, cafeterías y restaurantes del casco antiguo.