El presidente de Riegos de Levante, Manuel Serrano, salió ayer a defender la gestión de su junta de gobierno y sobre todo la de sus ingenieros y trabajadores tras el nuevo episodio de «malas relaciones» que se viene repitiendo con la comunidad de riego El Canal y su presidente Javier Berenguer.

A juicio de Serrano, detrás de los continuos enfrentamientos que se prolongan ya año y medio podría estar el interés de Berenguer en sustituirle en el puesto. «Sigo sin entender absolutamente nada salvo que efectivamente que el de El Canal tenga un apetito desmesurado en ser presidente de Riegos de Levante», dijo.

Para Serrano se ha creado una «alarma social innecesaria» tras darse difusión de que una avería en una tubería dejó durante el marte sin agua a más de 6.000 comuneros de El Canal, y añadió que parecía que el objetivo era «soliviantar a 6.000 y pico de personas para que vayan contra Riegos de Levante. Lo más triste es que esto vaya por senderos que no conducen a ninguna parte».

A renglón seguido, el jefe de ingenieros de esta mancomunidad, José Pagés, aseguró que la ratio de averías en tuberías de Riegos de Levante estaba por debajo de, por ejemplo, las registradas por Aguas de Barcelona. Subrayó que «todos los días» hay incidencias y roturas en las redes de abastecimiento de cualquier parte y que los tiempos de respuesta son los normales y que en la avería del martes se buscaron alternativas, aunque también se culpó a El Canal de no adoptar algunas decisiones a tiempo que hubieran evitado un corte de agua tan prolongado.