El pleno del Ayuntamiento de Elche, el primero tras abandonar Cristina Martínez el grupo municipal del PP y pasar automáticamente a la oposición, como única integrante del grupo municipal de no adscritos, certificó ayer lo complicado que le va a suponer a la alcaldesa, Mercedes Alonso, dirigir el timón de la ciudad de aquí a las elecciones municipales de mayo de 2015.

Durante la sesión quedó demostrado que los «amotinados» -PSOE (12 ediles), Partido de Elche (1) y Cristina Martínez- han decidido iniciar una nueva etapa de cambio en el Consitorio y a partir de ahora se va a aprobar lo que ellos quieran y no lo que el PP (13) pretenda.

Así quedó patente cuando de las siete mociones que presentaron «in voce« PSOE y Partido de Elche, seis, la mayoría de gran trascendencia, salieron adelante al haberse quedado el PP en minoría pese a gobernar. Además, los populares tampoco pudieron sacar adelante otros dos puntos, relativos al urbanismo, uno de ellos con una inversión prevista de más de 10 millones de euros, porque Martínez, Partido de Elche y PSOE vieron que, a su juicio, «no beneficiaba a la mayoría».

Sin embargo, la situación más surrealista fue el hecho de que el pleno aprobara ayer llevar ante los tribunales a la propia alcaldesa -y también al secretario municipal- por impedir la votación de una de las mociones presentadas «in voce».

La alcaldesa tuvo que recurrir como pudo al secretario municipal, después de que ordenara un segundo receso de media hora para consultar con su grupo y con el fedatario público, con el fin de salvar una situación que hubiera complicado muchísimo más la situación de (in)gobernabilidad en Elche que se ha empezado a dar.

Comisiones de trabajo

En concreto, se impidió que una moción presentada por PSOE y Partido de Elche se pudiera votar, lo que, de haberse aprobado, hubiera supuesto que el PP perdiera la mayoría también en las comisiones donde se tratan los asuntos antes de elevarlos a pleno. La oposición, así, hubiera relevado al PP en la aprobación de los temas de la ciudad, tanto en las comisiones previas, como luego en el pleno.

Esto hubiera supuesto que la oposición ya gobernaría de facto, ya que la suma de sus votos en estas comisiones sería superior a los del PP, lo que dificultaría mucho la acción de gobierno de Alonso.

La cuestión es que el pleno aprobó llevar a los juzgados a Alonso y al secretario municipal, una decisión sobre la que la oposición hará un seguimiento para que se cumpla.

«Acuerdo para que el pleno municipal lleve a los tribunales a la alcaldesa y al secretario por haber impedido el derecho de los concejales a votar la moción que han presentado sobre la reestructuración de las comisiones de pleno», fue la moción aprobada por todo el bloque de la oposición con los votos en contra del PP.

Antonio Rodes, el portavoz del grupo municipal socialista, declaró posteriormente que el secretario «ha admitido que es competencia del pleno pero a propuesta de la alcaldesa, algo que no sabemos de dónde se lo saca».

Previamente, tras aprobarse la moción para iniciar el procedimiento en los tribunales contra Mercedes Alonso, ésta acusó a Rodes de haber perdido los papeles y estar fuera de sí.

Esto fue el colofón de una sesión de casi cinco horas, con dos recesos de media hora cada uno, en un pleno de los más «sorprendentes» que se recuerdan en mucho tiempo y donde se trataron cuestiones de gran relevancia que hasta ahora no había podido sacar adelante la oposición.

Una de las cuestiones que quedó patente es la fragilidad en que ha quedado el grupo municipal del PP, que aunque gobierna ya no controla lo que puede pasar en la ciudad, por mucho que la alcaldesa insistiera por dos veces ayer que la agenda política la marca el equipo de gobierno.