Con el cuerpo cubierto hasta arriba, la indumentaria 100% de algodón y las carretillas protegidas en una bolsa... Los cientos de carretilleros que darán vida a la guerra de la pólvora el 13 de agosto tienen todas estas claves aprendidas para que el espectáculo tenga la seguridad máxima.
Los amantes de la tradición ilicitana ya han iniciado la cuenta atrás para la gran noche en la que está previsto que se lancen cerca de 3.000 docenas de artefactos pirotécnicos en la zona acotada de Filet de Fora.
«Cada maestro tiene su librillo, pero todo el que quiere lanzar carretillas tiene que saber que se trata de un producto pirotécnico de clase 3, que corre sin control y que tiene un recorrido de más de cinco metros», explicó Manolo Rodríguez, formador de los cursos de la Asociación de Carretilleros y Tradiciones de Elche, que ayer impartió el último curso obligatorio necesario para participar en la «guerrilla».
Así, con traje ignífugo o no, los expertos siempre llevan el cuello y las extremidades ocultas para evitar que el artefacto pueda colarse entre la ropa. El uso de gafas, guantes, cascos... es cuestión de preferencias. Eso sí, el pelo siempre ha de estar completamente tapado porque es muy inflamable.
Y es que, la concienciación sobre el peligro de las carretillas es vital. Un producto que de los 19,5 gramos de peso total, tan sólo lleva tres gramos de pólvora, pero que pueden tener un alto riesgo si no se hace un uso adecuado.
Estas medidas de seguridad, así como cuestiones relacionadas con la antropología, el manejo de los productos pirotécnicos, las normas en el recinto acotado, y los tipos de quemaduras han formado parte de los cursos de carretilleros.
Jóvenes y adultos con edades superiores a los 60 años, de todos los perfiles profesionales ya cuentan los días para vivir una de las tradiciones ilicitanas más emocionantes que existen.
