Desde el lunes, 16 profesionales del motor ilicitanos, asisten a un taller formativo para aprender las mecánicas de los coches eléctricos e híbridos.
«¡Eh, pues funciona bien!» o «¡Qué cómodo!», fueron algunas de las expresiones que estos alumnos expusieron tras hacer una prueba del vehículo eléctrico, que pudieron conducir durante varios minutos en las inmediaciones del Instituto La Torreta, lugar donde se está llevando a acabo el curso, que durará hasta mañana viernes.
«Este taller va dirigido a profesionales del mundo del motor como profesores o ingenieros que quieran actualizar sus conocimientos», expuso Paco Quesada, profesor del taller, y quien calificó de bastante bueno que se apostara «por un sector todavía en auge».
«Hoy por hoy todavía no es muy habitual ver por la carretera vehículos eléctricos pero hay que darle tiempo, y en un futuro seguro que sí van a hacer competencia a los coches convencionales», expuso Quesada.
Por su parte, otro de los docentes, Paco Llopis señaló que el coche eléctrico «es como un dispositivo móvil, pero con ruedas» y apuntó que éste «es el segundo curso relacionado con vehículos híbridos que acoge el instituto La Torreta».
Los alumnos asistentes aprendieron entre otros temas, cómo funcionan las motorizaciones eléctricas, qué modelos de coches híbridos y eléctricos están actualmente a la venta o las futuras tecnologías que van a afectar a este sector.
«Es muy interesante participar en un taller de este tipo, porque te enseña que hay alternativas a los coches convencionales que también funcionan bien», explicó Daniel Granda, alumno del curso formativo y que según comentó la única traba que le ve a los coches eléctricos es que «no hay tantos puntos de carga como gasolineras».
«Un coche eléctrico convencional puede desplazarse hasta aproximadamente 120 kilómetros, por lo que al no tener muchos puntos de carga si quieres hacer un trayecto largo puede suponer un problema», señaló Granda. «Ahora están sacando modelos que pueden durar hasta 400 kilómetros, por lo que con el paso del tiempo pienso que es un problema que se puede solucionar», añadió el alumno.
