Antropología, manejo de los productos pirotécnicos, normas de seguridad en el recinto acotado, quemaduras... todas estas cuestiones son necesarias para poder participar en el lanzamiento de carretillas que cada 13 de agosto convierte a la ciudad en una auténtica guerra de pólvora.

Con estos conceptos, Elche acogió ayer los primeros cursos para obtener la acreditación de Consumidor Reconocido como Experto (CRE), impartidos por la Asociación de Carretilleros y Tradiciones de Elche.

Una veintena de personas se sumaron ayer al aprendizaje obligatorio que establece la normativa europea sobre pirotenia y que continuarán el próximo sábado.

Desde la asociación organizadora, se espera que, en total, alrededor de cincuenta personas, obtengan este año el carné de carretillero, lo que demuestra que la tradición ilicitana no deja de conquistar a nuevos seguidores, pese al endurecimiento de la ley.

Así, después de que el año pasado 200 personas se formaran para lograr la acreditación y dar vida a la guerra de carretillas en la zona acotada, esta Nit de l'Albà, la organización espera que la fiesta en el aparcamiento de Filet de Fora crezca y llegue a los 250 carretilleros.

De esta manera, en mitad de los preparativos para la gran noche, cuatro pirotécnias colaborarán este año con la Asociación de Carretilleros y Tradiciones de Elche para sufragar el seguro de responsabilidad civil obligatorio para participar en el lanzamiento.

No obstante, el colectivo continúa con los trámites para entrar en el registro de asociaciones con la vista puesta en solicitar subvenciones al Ayuntamiento de cara al próximo año y conseguir el reconocimiento de ente festero.

La cuenta atrás comienza ahora para los amantes de la pólvora que, además este año verán ampliado la zona delimitada en 300 metros más y contará con elementos que sirvan de refugio y obstáculo. Sin embargo, la pretensión eterna de los carretilleros es que la guerilla vuelva a su lugar original, el centro de Elche.