La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, cumple hoy cinco días sin mover ficha con respecto a la salida de la, hasta el lunes pasado, edil popular Cristina Martínez. Esta mañana estaba previsto que diera a conocer que ha firmado finalmente el decreto para relevarla de sus responsabilidades como concejala de Sanidad y Consumo, así como de la tenencia de Alcaldía. Mientras, Martínez hablaba ayer de represalias y de que hay ediles descontentos con Alonso.

Hoy se celebrará la última junta de gobierno local con presencia de la concejala díscola, que en las últimas semanas ha revuelto el patio en el Ayuntamiento y en el seno del Partido Popular con voces críticas con respecto a Mercedes Alonso.

La alcaldesa mantenía de nuevo reuniones por separado el pasado miércoles con distintos ediles del PP, incluso «para recordarle a algunos las cuentas pendientes», según fuentes cercanas al grupo de gobierno, cuestiones éstas sobre las que el ejecutivo local guarda silencio. Algunas de estas reuniones han sido significativas y buscarían garantizar la tranquilidad en el grupo municipal del PP.

De hecho, se espera que hoy Mercedes Alonso lance un mensaje transmitiendo tranquilidad al realizar una valoración sobre lo que está ocurriendo en el Ayuntamiento de Elche, después de perder la mayoría absoluta con la salida del grupo municipal del PP de Cristina Martínez.

Alonso estuvo «desaparecida» de cara a los medios de comunicación desde el pasado lunes a las 12 horas hasta ayer en la Noche de la Economía Alicantina en su ciudad, aunque tampoco efectuó declaraciones. Desde entonces han dado explicaciones de la nueva situación en el equipo de gobierno el secretario general del PP de Elche y coordinador de Cultura, Pablo Ruz, y el portavoz del grupo municipal popular, Manuel Rodríguez. Este último insistió en que el equipo de gobierno está «muy tranquilo».

Ayer se esperaba también que la primera edil firmara el decreto por el cual retira las competencias de Sanidad y Consumo a Martínez, algo que no trascendió. Mientras no lo haga, la edil díscola tenía ayer previsto presentarse a la junta de gobierno, convocada a primera hora de hoy en el Ayuntamiento, ya que, según aseguró, nadie le había notificado aún que dejara de ser miembro de la misma.

«No ha hablado nadie conmigo. Cuando terminó el pleno -en referencia a la sesión del 30 de junio, en que quedó patente el divorcio con Alonso- se reunió con todos los concejales excepto con María José (López), Sebastián (Polo) y conmigo y la siguiente reunión fue con Luisa (Pastor) en la Diputación en la que Mercedes no dijo nada de nada», señaló la concejal del grupo de no adscritos.

De igual modo, señaló que ningún alto cargo del PP de la Comunidad Valenciana se ha puesto en contacto con ella en las últimas semanas.

Además respondió con un: «no sé qué puede suceder» al ser preguntada por posibles marchas de otros concejales del PP. «Está claro que ha habido represalias y entiendo que tengan miedo a hacerlo - en referencia a salirse de la disciplina de voto del PP-, porque visto lo visto, alguno de ellos no se puede permitir el poder decir como yo las verdades, tienen que callar. Hasta ahora la alcaldesa no ha tenido tiempo para escuchar a sus concejales y le interesa tener ciertos acercamientos que hasta ahora no ha tenido», declaró.