Poco después de recibir la acreditación de excelencia Severo Ochoa, de manos de la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, el director del Instituto de Neurociencias, Juan Lerma, mezcla satisfacción y realidad. Habla de orgullo por el trabajo compartido, de marca de calidad en la investigación científica con el nombre propio de Alicante, pero insiste en que el objetivo es, y sigue siendo, el cerebro, conocerlo en profundidad y comprender cómo funciona.
¿Reconocimiento extraordinario, pero también una inyección de vida?
Ambas cosas, desde luego. Este reconocimiento es importante porque llega a partir del esfuerzo personal del Instituto de Neurociencias... además, un esfuerzo y un trabajo que no siempre se ha podido hacer en las mejores condiciones. Así, el premio aporta una ayuda anual -millón de euros- durante cuatro años, pero también recursos humanos, contratos de formación, que se podría cifrar en otro millón más en personal especializado.
Un sello, una marca que consolida su proyecto existencial dentro de la investigación...
Supone un mayor reconocimiento de la neurociencia en España y del papel fundamental que el conocimiento del cerebro ha de jugar en el futuro de la humanidad. Hay que hacer hincapié en que el sello de excelencia genera oportunidades, inversiones de mecenazgo de la sociedad civil que así puede asomarse y apoyar a la investigación. Confiamos en que la sociedad civil sepa recoger y aprovechar esta oportunidad.
¿Llegan tiempos mejores?
Nosotros, en el Instituto de Neurociencias, hemos sufrido la crisis, pero un poco menos. Nuestros distintos proyectos nos han permitido conseguir fondos europeos cuando fallaban las aportaciones desde España. Ahora, además, este galardón de excelencia nos dota de nuevas posibilidades, porque es alguien externo, los comités científicos internacionales los que están reconociendo nuestra investigación científica.
En funcionamiento desde 1990, pero como centro consolidado están apunto de cumplir 15 años, y siempre con el cerebro como objetivo principal...
Nuestros planes estratégicos son de alto nivel y esta acreditación así lo confirma; además de que vamos a poder mejorar algunos de los aspectos de nuestro plan de desarrollo, pero siempre para poder entender cómo funciona el cerebro...
¿A través de cuántos proyectos en la actualidad?
Podemos estar hablando de unos 25 ó 30 proyectos vivos, que son desarrollados por diferentes grupos; pero, sin duda, siempre tratando de entender cómo es y funciona el cerebro.
¿Y Alicante presente en todo momento?
Para mí es una satisfacción comprobar el trabajo en equipo que se ha hecho, y vamos a tratar de seguir esa senda marcada por la excelencia que ahora se nos reconoce; y, desde luego, este reconocimiento coloca a Alicante en lo más alto. Una responsabilidad que hemos compartidos entre todos y que pretendemos que siga siendo así.
