La crisis en el PSOE de Elche se incrementa cada día que pasa aunque sus cabezas más visibles intenten maquillarlo. La apertura de un expediente informativo sobre las altas irregulares, la dimisión del secretario general Antonio Rodes y la puesta en marcha de una gestora intentando integrar casi todas las sensibilidades del partido no ha detenido la sed de ajusticiamiento que hay latente en la agrupación.

El penúltimo episodio se vivió este domingo en la sede de General Cosidó, donde la lista -para elegir delegados al congreso provincial- de Alejandro Soler, Héctor Díez y Antonio Rodes obtuvo el 35,8% de los apoyos (197 votos) y la de Carlos González, María Dolores Asencio y Ramón Abad el 62% de los votos (341).

Impugnaciones

Las impugnaciones no faltaron, afiliados que no pudieron votar y otros sí a raíz de la depuración del censo, como tampoco el intercambio de acusaciones de llevar a militantes «dirigidos» con sobres «preparados» para votar determinada lista, o que incluso haya una delegada que no haya sido consultada para ser incluida en una de las listas.

Y a partir de aquí las interpretaciones son de todos los colores, lo que, junto a lo anterior, evidencia el gran desencuentro del PSOE ilicitano y que los pactos todavía están muy lejos de lograrse.

Antonio Torres, como presidente de la gestora, valoraba sobre todo de la asamblea-votación de este domingo la alta participación, para, a continuación, señalar: «Que hayan impugnado nos parece muy bien, pero las razones de la impugnación no se sostienen. Fue una asamblea tranquila y pacífica. La gestora ha dado la oportunidad y ha guardado la imparcialidad para que los militantes sin ningún tipo de presión pudieran elegir lo que ellos quisieran, incluso con una habitación privada para que pudieran votar libremente».

Torres subrayó que el domingo hubo mucho diálogo y «es verdad que se produjeron algunas situaciones que impidieron que unas 26 personas pudieran votar, sí, pero hay que recordar que hay 105 propuestas de baja provisional en el censo».

«Apoyo vigoroso»

El exsecretario general Antonio Rodes tenía una lectura contraria frente a aquellos que le daban como perdedor tras la votación de las listas. Según él, si se divide entre tres los votos de la lista de González, Asencio y Abad, al entender que ante unas posibles primarias locales serían contrincantes y no aliados, obtendrían mucho menos de los 197 votos alcanzados por él y por Soler. «No esperábamos un apoyo tan vigoroso», llegó a afirmar incluso Rodes, quien agregaba: «Los apoyos están cerrados, no se ha movido nada».

Rodes también aseguraba que «esto no es una foto de la agrupación», reconoció que el PSOE no puede seguir dando la imagen que está ofreciendo, recordó que se va a seguir depurando el censo y lanzó una pregunta al aire: «¿Esas tres familias van a seguir juntas?».

Primera vez

Mientras tanto, Carlos González expresaba que «personalmente me llama la atención que es la primera ocasión que se impugna una asamblea en los últimos 10 o incluso 20 años. Nosotros consideramos que la asamblea se celebró con absolutas garantías democráticas, con privacidad del voto», para añadir: «Es curioso que quienes han tenido el control del partido en la última década, cuando lo pierden, se produzca una impugnación».

González incluso fue más allá al señalar que tenía la sensación de que «se está produciendo un cambio en la agrupación local, en las preferencias, posiblemente un cambio de etapa. Esto viene a corroborar o remarcar que posiblemente se esté ante un cambio importante que yo quisiera que posibilitara la estabilidad futura de la agrupación».

Ramón Abad, otro de los posibles aspirantes a candidato, entendía también que «el mensaje ha sido clarísimo», y que «cuando la militancia ha hablado ha sido en el sentido de decir que las viejas formas para este partido no pueden seguir continuando». «Nada va a enturbiar la fiesta democrática que se vivió ayer» (por anteayer), agregó el edil socialista.

«Candidatura no cuestionada»

Por su parte, su compañera de filas, María Dolores Asencio, apuntaba que «los militantes se han posicionado hacia la candidatura que no estaba cuestionada».

Para Asencio está claro que no sólo el ciudadano sino también el militante «está pidiendo una regeneración política, una nueva forma de implicarse con la ciudadanía más directa. Renovación no sólo de ideas, sino también de cargos, con un máximo de dos legislaturas».

Según la edil, en el resultado se refleja que aunque no era eso lo que se buscaba, pronunciarse en favor de unos u otros, «sí habido una intencionalidad al voto».