La destitución de la hasta ayer mismo directora de Atención Primaria del Hospital General de Elche no se ha hecho esperar. Poco más de media hora después de que Cristina Martínez, también concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Elche, realizase una denodada defensa de la sanidad pública en la ciudad y reclamara la necesidad de tomar medidas para evitar el progresivo deterioro de ésta, la directora general de Asistencia Sanitaria, Sofía Clar, le comunicó telefónicamente el cese.

La destitución se ha producido después de que la hasta ahora responsable de Atención Primaria pusiera sobre la mesa la incompetencia de la cúpula directiva de la Conselleria de Sanidad para solucionar las listas de espera, la falta de especialistas, la desidia a la hora de mejorar la calidad asistencial o la pésima oferta hostelera del Hospital General, así como las diferencias en cuanto a atención que reciben los ciudadanos que son atendidos en el Hospital del Vinalopó, donde muchos de los enfermos son trasladados fuera de Elche o a centros privados en vez de ser remitidos al centro de referencia.

La responsable ilicitana de Sanidad insistió en que durante meses ha comunicado esta situación a todos y cada uno de los responsables políticos que tienen algo que ver con las decisiones asistenciales, desde Alberto Fabra a Manuel Llombart, pasando por Sofía Clar, el actual gerente del Hospital General Antonio Roberto Muñoz o la propia alcaldesa, Mercedes Alonso, que han hecho oídos sordos a unas peticiones que, según Martínez, tienen como único objetivo «luchar por la sanidad que se merecen los ciudadanos de Elche».

Cristina Martínez aprovechó el último turno de palabra en el pleno celebrado ayer para hablar sobre las carencias que sufre Elche en materia sanitaria. La hasta ese momento directora de Primaria comenzó su intervención reconociendo que «yo quiero mucho mi ciudad y a los ilicitanos y entré en las listas (refiriéndose a la candidatura del PP al Gobierno municipal) porque buscaban a alguien de confianza y trabajadora, ¿verdad alcaldesa?».

La aún en ese momento directora de Primaria -a pesar de que la Conselleria de Sanidad y el propio Llombart en Alcoy se apresuraron a difundir al mediodía que el cese se había producido el viernes- reconoció que desconocía si tenía competencias en materia sanitaria «pero como responsable municipal tengo obligación de velar por los ciudadanos. Los políticos y los gestores tienen que esforzarse, sobre todo en momentos de crisis económica, y no dedicarse sólo a ahorrar, sino intentar mejorar la sanidad con los recursos existentes. Es más económico y barato gestionar bien: si un SAMU llega a tiempo las secuelas del paciente son menores, el tiempo de ingreso en el hospital es mejor y por lo tanto, los costes también se reducen. Pero sobre todo, eso redunda en beneficio del ciudadano».

A partir de aquí, la directora de Primaria habló de las inmundas salas de espera para los familiares de los pacientes hospitalizados en el General, el triaje que realizan los auxiliares administrativos en Urgencias por la noche, los infartos cerebrales que ven demorada su asistencia a pesar del denominado «código ictus», la existencia de un único cirujano de guardia, la desidia para incorporar nuevos radiólogos y reducir las demoras en las ecografías o las disfunciones del 112. «Mucha gente me llama para que adelante las citas, traslade a los pacientes del Vinalopó al General o para que interceda en Urgencias, y quien no me conoce ¿qué?. Yo quiero la mejor atención para mis ciudadanos. Pediría que todos juntos instemos a la Conselleria a que tome medidas para que Elche tenga la sanidad que se merece y que el Consell tome cartas en el asunto».

La alcaldesa, antes de concluir el pleno, aseveró que ««nos tomamos nota y así se hará».