IFA decidió dejar de depender de las subvenciones directas de la Generalitat Valenciana en 2011. La entidad cambió su modelo de funcionamiento, aplicó una gestión privada «autosostenible y rentable» y rebajó lógicamente sus presupuestos. Pese a contar con un patronato con participación institucional, en 2011 dejó de haber capital público en IFA. Ello supuso pasar, por ejemplo, de un presupuesto de 8,4 millones en el año 2008 a apenas unas cuentas de 3 millones en 2012. Así por ejemplo, durante el pasado ejercicio 2013 la institución percibió 30.000 euros de subvenciones, lo que significa un 1% de sus ingresos. Otra cuestión distinta es que el Instituto Valenciano de Finanzas haya prestado 50 millones a IFA desde el año 2005.
