El coordinador general de Cáritas Elche, Javier Ruvira, presentó ayer el balance del año 2013 en el que, a pesar de haber descendido un 16% las personas que acuden al Centro de Acogida para Personas sin Hogar, han constatado con preocupación como el perfil de estas personas está variando, produciéndose un incremento en los jóvenes y en los enfermos mentales. Por contra y a causa de la crisis, disminuye el número de personas que llegan a la ciudad sin nada con la esperanza de encontrar un empleo.

«Cada vez más nos encontramos con chavales que acaban de salir de centros de menores porque han cumplido 18 años y no tienen un hogar ni una familia en la que refugiarse. Se trata de jóvenes a medio formar y sin empleo», explicaba Ruvira quien el lunes planteó esta cuestión a la secretaria autonómica de Servicios Sociales, Lucía Cerón. «La secretaria autonómica reconoció que ellos también han constatado este problema y que están buscando soluciones», apuntaba Ruvira que añadía que «nosotros contamos con un piso adaptado para este perfil de chavales, pero no puede dar cabida a toda la demanda».

El coordinador de Cáritas indicaba que también está creciendo el número de personas con algún tipo de enfermedad mental que se ven en la calle. «Hace años que llevamos denunciando que no hay recursos para estas personas que no tienen una familia detrás que les ayude. En el centro cada vez contamos con más personas con problemas de salud mental, personas que carecen de arraigo, algo que es fundamental».

Y junto a todo ello, otra cuestión que ha puesto en alerta a los responsables de Cáritas es el incremento de los denominados «trabajadores pobres», personas con un empleo y con familias a su cargo pero con unos sueldos tan bajos que no pueden llegar a final de mes. Ante esto, Cáritas está animando a familias para que compartan piso y así se repartan los gastos para poder llegar a final de mes.

A pesar de este panorama, Cáritas celebra la festividad del Corpus Christi con el lema «Construyendo Espacios de Esperanza» con el que quieren invitar a las personas a convertirse en agentes transformadores de la sociedad para ayudar a las personas sin recursos a recuperar su dignidad.