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Los días de playa se hacen esperar

La temporada alta en las playas ilicitanas comienza con banderas rojas y algunas quejas de bañistas

La bandera roja en las playas ilicitanas hizo que en la mayor parte del litoral la afluencia de bañistas fuera menor que el sábado. Sergio Ferrández

El primer fin de semana con los servicios de salvamento vigilando las playas ilicitanas no ha sido tan satisfactorio como cabía de esperar, a tenor de las temperaturas de los últimos días. El fuerte viento, con rachas de hasta 50 kilómetros por hora según la Agencia Estatal de Meteorología, protagonizó prácticamente toda la jornada de ayer, lo que originó la decepción de los cientos de bañistas que acudieron a las playas ilicitanas al encontrarse con la bandera amarilla en La Marina y roja en las playas de Arenales y Carabassí y que indicaba la prohibición de baño; situación que contrasta con la del sábado cuando ondeó la bandera verde y las playas registraron un gran nivel de ocupación. A pesar del intenso oleaje, desde DYA no fue necesaria la intervención de sus socorristas en ninguna de las playas ya que «los bañistas han respetado mucho la bandera», aunque hubo quien no pudo resistir la tentación de adentrarse algunos metros para apaciguar el calor, ya que pese al viento el termómetro superó los treinta grados durante el mediodía.

Por tanto, mientras que el sábado las sombrillas y toallas se extendían por todo el litoral, la imagen ayer era muy distinta. Las estampas familiares con carpas, toldos y sombrillas para disfrutar una jornada de playa brillaron ayer por su ausencia, ya que las fuertes rachas hacían una tarea complicada el simple hecho de extender la toalla.

Sin embargo, el viento no fue el único problema que se encontraron los bañistas a la hora de disfrutar de una jornada playera, pues diversas deficiencias en pasarelas, chiringuitos con el montaje a medias y la falta de conservación de algunas infraestructuras también protagonizaron las quejas entre los turistas. «He estado a punto de clavarme varias astillas andando descalzo» mientras paseaba por las pasarelas, señalaba un bañista. El algunos tramos, incluso, se pueden observar varios travesaños rotos en las barandillas, o zonas mal cuidadas. Y es que, según denuncian los turistas, existen «varias zonas enterradas por la arena» además de que «piden a gritos un baño de barniz que les proteja y mejore su aspecto».

Otro de los servicios que muchos echaron en falta en la playa de Arenales del Sol, smartphone y tablet en mano, fue la conexión a internet a través de wifi, que el Ayuntamiento puso en marcha el verano pasado. El paseo marítimo de esta pedanía ilicitana también fue objeto de quejas entre los bañistas, así como el carril bici paralelo a los aparcamientos.

Las críticas también se extendieron a los numerosos grupos de palmeras que desde el consistorio han plantado este año por Arenales del Sol y el Carabassí, ya que «cada año se secan, a lo que se suma el olvido del mantenimiento de otros elementos básicos que dotan de singularidad a las playas de Elche», lamentan los turistas.

Aun así, los visitantes esperan que los servicios vayan mejorando de cara al verano, ya que «si acabamos de empezar y estamos así... no quiero imaginar qué pasará cuando estemos en pleno agosto, por lo que los accesos, el cuidado de los aparcamientos y servicios, son fundamentales para los que venimos de fuera», señala una turista.

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