Los insistentes requerimientos realizados tanto por los vecinos del entorno del Travalón Bajo como por el Ayuntamiento de Elche a la Confederación Hidrográfica del Júcar han caído en saco roto. Pese a las quejas de los residentes en esta zona de la ciudad y el peligro de incendio que presenta el cauce del barranco de San Antón, el propietario de este espacio y encargado de su mantenimiento lleva años haciendo oidos sordos a las peticiones para que ejerza sus competencias y deje expedito el terreno.

Por ello, el Ayuntamiento ilicitano ha anunciado su intención de dar un paso al frente y limpiar el cauce de un barranco que además de ubicarse en una zona urbana se encuentra justo al lado del huerto en el que próximamente se abrirá un parque multiaventuras que pretende convertirse en un referente turístico. En este sentido, la concejal de Emergencias, Manoli Mora, confirmó ayer que se ha puesto en contacto con la Confederación con el objeto de poner en su conocimiento la actuación que se va a llevar a cabo desde el Ayuntamiento. «El problema que presenta este barranco es que no hay ninguna zona por la que las máquinas puedan acceder para limpiar y desbrozar los matorrales. Por ello, se ha encargado a los técnicos que elaboren una pasarela por la que pueda deslizarse la maquinaria. Este será el primer barranco en el que actuaremos este año», afirmó la edil.

Desde el Ayuntamiento ilicitano se asegura que la existencia de arbustos y matorrales en los barrancos es una medida necesaria para facilitar la filtración de agua cuando se producen grandes avenidas, «aunque en el caso del barranco de San Antón las malas hierbas tienen unas dimensiones imposibles y hay que proceder a su retirada». De hecho, la altura y frondosidad de la maleza hace impracticable los dos pasos peatonales existentes junto a la carretera de El Altet. Además, el barranco está repleto de basuras y de escombros que dan al entorno una imagen de descuido y abandono.

Asimismo, los vecinos de las urbanizaciones próximas al barranco de San Antón han mostrado su malestar por el estado de desidia y la suciedad de una zona verde que conecta directamente con una de las laderas del barranco y en la que se acumulan las basuras y los excrementos de perros y donde gran parte de la arboleda está seca por falta de cuidados y de riego, tanto los árboles como las palmeras.