Cabizbajos andaban ayer los socialistas de Elche, tanto los que hasta ahora pertenecían a la ejecutiva local, como aquellos que no estaban y presionaban, así como los militantes de base, todo ello tras la descomposición del partido y la sensación de derrota.

La renuncia el pasado lunes de Antonio Rodes como secretario general traía consigo que el resto del máximo órgano de gobierno también se sintiera «cesado», sobre todo después de que Valencia haya autorizado la creación de una gestora para dirigir y poner en marcha de nuevo a esta fuerza política a un año de las elecciones municipales.

Nadie se «movía» ayer en el PSOE de Elche. La gran mayoría permanecía «expectante» a lo que diga el PSPV y pendiente del móvil por si antes o después se alumbra la gestora.

Entre el no saber por dónde sonarán las trompetas, varios de los socialistas consultados ayer indicaban no obstante que el PSPV tiene previsto cumplir su palabra de que habrá gestora esta misma semana. Incluso muchos señalaban que era cuestión «de horas», «inminente».

En cuanto a su composición, tampoco trascendió ayer el número de integrantes, pero sí está convencida la mayoría de que en la gestora estarán representadas prácticamente todas las «sensibilidades». Esto significa dar por hecho que habrá personas de la confianza de Ramón Abad, María Dolores Asencio, Carlos González, Alejandro Soler o Antonio Rodes, como mínimo.

En cuanto a la caducidad de las gestora, de nuevo todo son especulaciones: seis meses, hasta después de las primarias, hasta las elecciones...

En el día después, las reacciones de distintos socialistas destacados tenían como eje central la reconciliación y el trabajo futuro por el bien de la ciudad.

Carlos González, uno de los posibles aspirantes a ser el futuro alcalde socialista, se mostraba ayer partidario de que después de que la gestora haya hecho su trabajo «sin presión, ni prisa, pero sin pausa» de «reposicionar»y «normalizar» el partido, convocar primarias cuando lo marque el calendario y luego organizar una asamblea para elegir a la nueva dirección.

Sobre la dimisión de Antonio Rodes, Carlos González -en junio de 2012 se midió, sin éxito, a Rodes para hacerse con la secretaría general- señaló: «Ha tomado una decisión acertada y positiva, que va a ser buena para la agrupación porque va a permitir abrir una nueva etapa en un momento decisivo para el PSOE en Elche».

A su juicio, «la situación en la que se encontraba la agrupación local de Elche todos reconocíamos que era complicada, y su salida y el cese de la ejecutiva abre la expectativa de que haya una nueva etapa en la formación en la que por una parte se pueda estabilizar y dinamizar la vida interna de la agrupación y al mismo tiempo que permita recuperar la conexión con el electorado de izquierdas, progresista».

A este respecto Carlos González señaló que «ahora estamos en disposición de poder hacerlo. Entre todos podremos encauzar el partido y prepararlo para afrontar los retos importantes».

Por su parte, María Dolores Asencio, otra de las personas que aún no ha confirmado que le gustaría presentarse a las primarias, subrayaba ayer que «respetaba» la decisión de dimitir de Antonio Rodes, pero «me voy a esperar a hacer una valoración cuando se resuelva el expediente» de las presuntas altas irregulares que se han llevado por delante al secretario general y a la actual ejecutiva.

Pese a la situación por la que atraviesa su partido, la concejala socialista indicó que de cara a la posible presentación de su candidatura a las primarias locales, en principio previstas para después del verano -aunque aún no hay confirmación oficial-, «no hay cambio, sigo a disposición del partido y de los compañeros. Sigo animada y respaldada y lo anunciaré cuando llegue el momento».

Asencio apuntó no obstante que «no voy a modificar mi actitud ni mi trabajo, que es el de supervisar la mala gestión que está haciendo la alcaldesa».

Por su parte, el concejal Ramón Abad, y también otro nombre que se baraja de cara a las primarias, mostró su «respeto total por la decisión que ha tomado», en referencia a Rodes. «La situación era insostenible», dijo, al tiempo que insistió en que a pesar de que él es partidario de que se convoque una asamblea extraordinaria, «vamos a apoyar a la gestora a tope, y cuando se normalice el censo abogaremos por una asamblea».