Antonio Rodes, el líder de los socialistas de Elche, anunció ayer su dimisión a falta de 16 días para cumplir dos años como secretario general del PSOE ilicitano. El partido ha implosionado definitivamente a menos de un año para las elecciones municipales. Rodes se aparta harto de las diferencias internas de su partido, de la falta de generosidad y tocado porque bajo su mandato se han producido «incidencias subsanables» e «irregularidades no subsanables».

La crisis interna que arrastra el partido a nivel local, -y que incrementa la mala situación de los socialistas en la provincia, sobre todo de Alicante- agravada en las últimas semanas por las presuntas irregularidades de 156 afiliaciones (lo que provocó que el PSPV instruyera un expediente informativo) y las guerras internas por controlar el partido y aspirar a la Alcaldía, se han llevado por delante al secretario general y también aspirante a arrebatar a la alcaldesa Mercedes Alonso la vara de mando.

Rodes renuncia como secretario general del partido, no se presentará a las primarias locales, pero continuará como concejal, aunque indicó que sobre esto último estará a lo que diga la nueva dirección del partido, una comisión gestora que, según expresó ayer en rueda de prensa, tomará el control del PSOE esta misma semana después de ser nombrada por el PSPV.

El hasta ahora líder de los socialistas ilicitanos tomó la decisión definitiva este pasado fin de semana después de darle vueltas durante varias semanas.

El domingo lo comunicó al secretario general del PSPV, Ximo Puig, y ayer, unos minutos antes de hacerlo público ante los medios de comunicación, también hizo partícipes de la noticia a sus más directos colaboradores en el partido. Para hacerlo totalmente oficial, también informó de su decisión en la comisión ejecutiva municipal del partido, reunida ayer en la sede de General Cosidó a partir de las 20 horas. Apenas duró unos minutos y se tuvo que celebrar en una sala supletoria puesto que el salón principal estaba ocupado por la tradicional tertulia de los lunes en el partido.

«Tras haber explorado todas las posibilidades creo que ésta es la única salida eficaz: provocar la constitución de una gestora de concentración donde estén todas las sensibilidades (del partido) y permita el desarrollo orgánico de la agrupación en los próximos meses, de cara al congreso federal extraordinario y a las primarias locales, en condiciones de normalidad», declaró Rodes, quien aseguró que se había encontrado con «extremas dificultades» para volver a unificar su formación política.

El hasta ahora líder de los socialistas ilicitanos aseveró que tenía el «compromiso» del PSPV de que «esa gestora de concentración se va a producir».

En cuanto al último episodio de las afiliaciones masivas, algo que definitivamente ha dinamitado su continuidad al frente de la dirección del partido, Antonio Rodes no eludió el tema, pero tampoco precisó mucho.

«Se han incurrido en incidencias subsanables y en irregularidades no subsanables. No he estado en las irregularidades, ni las he inducido, ni las hubiera consentido de haberlo sabido. Por tanto, no puedo asumir responsabilidad material alguna. Pero se han hecho siendo yo secretario general y por ello me veo en la obligación moral de asumir esa responsabilidad», señaló.

En este punto agregó que «hay distintos niveles de incidencias» que «están en otros ámbitos», pero prefirió no entrar en más detalles.

A su juicio, lo que se provoca con su marcha es dar pie a «un PSOE más fuerte» como paso previo a «un nuevo ayuntamiento más acorde con las aspiraciones de los ciudadanos». «Esto es lo que piden los ciudadanos», llegó a señalar el concejal.

Antonio Rodes insistió en que «es necesario un partido cerrado y unido» y se mostró convencido de que «se va a imponer el compromiso y la generosidad». Al poco de conocerse su dimisión, el exsecretario de Organización del PSOE, Ramón Abad, pedía públicamente la convocatoria de una asamblea extraodinaria. «Las bases del partido deben ser escuchadas cuanto antes y decidir el futuro que quieren en asamblea y elegir nuevos liderazgos», dijo.

El hasta ahora máximo responsable de los socialistas de Elche se marcha asediado, golpeado y abandonado a su suerte en una agrupación, la de Elche, que tiene ahora el reto de reponerse para estar a la altura de las circunstancias de cara a los comicios de dentro de un año.