El convento de la Merced, conocido como el antiguo convento de las Clarisas, en el paseo de Les Eres de Santa Llúcia de Elche, volverá a abrir sus puertas en 2015, después de prácticamente siete años cerrado desde que las religiosas que lo ocupaban se trasladaran a la ladera del río.

Este espacio fue reabierto durante un semestre, a partir del verano de 2011, para que pudiera ser visitado, y desde entonces se estaba pendiente de conseguir fondos para adecuarlo e incorporarlo al patrimonio cultural y turístico de la ciudad.

Ahora, gracias a casi 200.000 euros de la Diputación, este inmueble asistirá, a partir del verano, a una serie de obras de mejora, en concreto a la impermeabilización de su cubierta, de manera que durante la próxima anualidad se pueda abrir al público como lugar donde ofrecer conciertos, exposiciones o conferencias, entre otras actividades.

Además, la actuación supone acondicionar el claustro y habilitar la antigua capilla para acoger distintos actos culturales y, de paso, descongestionar La Calahorra, en palabras del coordinador de Cultura, Pablo Ruz.

Asimismo, el próximo año -tampoco se han concretado fechas- coincidiendo con la apertura de este edificio, la actual entrada a los baños árabes se trasladará al zaguán del convento, por lo que por el mismo precio se podrán visitar ambos espacios históricos.

También, el patio se cubrirá parcialmente para frenar la lluvia y como antesala a todo esto, en las próximas semanas se va a realizar un lavado de cara tanto de la fachada sur (calle Capitán Lagier) como de la de la casa contigua.

Este proyecto global, según Ruz, consta de más fases, como habilitar la capilla como se concibió en el siglo XV, recuperar la bóveda de crucería que permanece oculta en el coro alto y adecuar las salas superiores, iniciativas que necesitan de grandes inversiones que en estos momentos son inviables.

Normalizar el MR-9 de La Marina

Por otra parte, la junta de gobierno, en su reunión de ayer, aprobó la recepción provisional del sector urbanístico MR-9 (La Marina), algo que estaba pendiente desde hace años. En esta zona se construyeron entre 2002 y 2005 710 viviendas y desde entonces sus residentes contaban con agua y luz provisionales. Ahora, esta situación ha pasado a normalizarse y legalizarse tras largos años de bloqueo administrativo.