La persistente sequía que está asolando durante estos tiempos al campo levantino ha puesto en alerta a los agricultores ilicitanos. Aunque el riego en el Camp d'Elx está garantizado hasta finales de septiembre, si no llegan nuevas aportaciones al Tajo- Segura no habrá suficiente agua para los riegos. Esto ha llevado a la Comunidad General de Riegos de Levante a buscar alternativas para poder atender las necesidades si persiste la sequía actual.
«Si persiste la falta de lluvias y considerando que tampoco está lloviendo en los embalses de cabecera (Entrepeñas y Buendía, que recogen el agua que llega al trasvase Tajo-Segura) vamos a tener problemas», explicaba Ángel Urbina, portavoz de Riegos de Levante, que añadía, «tenemos ya el agua adjudicada hasta prácticamente finales de junio, ahora nos faltará adjudicar los caudales para julio, agosto y septiembre. Para estos meses no creo que haya problemas para la agricultura porque tenemos ciertas reservas. Ahora bien, a partir del 30 septiembre, y si la sequía persiste, como no haya aportaciones en el Tajo-Segura vamos a tener grandes dificultades para abastecer de agua a nuestros comuneros».
Ante esta situación, la Comunidad General de Riegos de Levante y el Sindicatos de Regantes del Tajo-Segura está estudiando opciones para lograr la cesión de derechos y poder acceder a otras comunidades de regantes para comprarles sus derechos y obtener agua. «Desde que se aprobó la Ley de Calidad Ambiental los trámites se han simplificado y es más fácil comprar agua de cualquier otra zona de España», apuntaba Ángel Urbina.
Antecedentes
El portavoz de Riegos de Levante aclara que «esto es algo que hicimos hace tiempo con la Comunidad Estremera. Fue durante la sequía que padecimos entre 2006 y 2010. Entonces, les compramos derechos a razón de 1.000 millones de pesetas por año durante tres campañas».
Concretamente, los regantes de la provincia pagaron el agua de Estremera 0,18 euros por metro cúbico más cara que la que por ley les corresponde recibir de Entrepeñas y Buendía. Esta agua llegaría al Tajo-Segura y permitiría abastecer los cultivos ilicitanos a partir de octubre.
Ángel Urbina aclaraba «que esta opción hará subir el precio del agua, pero que es una opción que llegado el momento será necesario adoptar. La verdad es que estamos preocupados por la falta de agua, pero también es cierto que haber conseguido la ley de cesión de derechos que se aprobó en diciembre nos da cierta tranquilidad, ya que abre la puerta a poder traer agua de otros sitios», concluía el portavoz de Riegos de Levante.
