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Los regantes de la provincia apuestan por traer agua desde el pantano de Alarcón

Aceptan la propuesta de Alberto Fabra pese a ser un punto de desencuentro con la sociedad civil de la Ribera

Varias hectáreas del cultivos de hortalizas del Camp d'Elx. antonio amorós

Los regantes de la provincia de Alicante ven con buenos ojos la propuesta realizada por el presidente de la Generalitat, Aberto Fabra, de traer agua desde el pantano de Alarcón, en Cuenca, como una segunda vía del trasvase Júcar-Vinalopó. Una medida que ya había sido contemplada anteriormente.

El presidente de la Sociedad Agraria de Transformación San Enrique, Ángel Urbina, ha expresado su «enorme satisfacción» tras el anuncio realizado el jueves por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, planteando la posibilidad de trasvasar agua a Alicante del pantano de Alarcón a través del trasvase Tajo-Segura.

«Hace años que estamos planteando la opción de traer agua desde el pantano de Alarcón a través del Tajo-Segura y las instalaciones de Riegos de Levante», explicaba Ángel Urbina que añadía que «por fin parece que el gobierno autonómico lo ve factible y esperamos que algún día no muy lejano sea posible».

Según el presidente de la SAT San Enrique «en su día, el exconseller José Ramón García Antón decidió hacer una tubería de emergencia desde el pantano que lleva su nombre hasta Riegos de Levante para poder atender posibles riegos de socorro».

La propuesta de traer agua desde Alarcón siempre ha estado prevista en caso de sequía y se trataría de una acción con la que el Consell pretende evitar poner en su contra a los regantes de la Ribera que se oponen a una toma de agua en Cortes de Pallás o Antella, una opción que sí gusta a los regantes alicantinos.

Y es que, la posible segunda toma del trasvase al Vinalopó es uno de los puntos de desencuentro entre los regantes y la mayoría de la sociedad civil de la Ribera, por una parte, y la Administración, Consell, Gobierno y CHJ, por otra. Este proyecto estaba contemplado en el protocolo firmado por el ex ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar. Este acuerdo indignó a regantes y organizaciones ecologistas de la Ribera por cuanto abre la posibilidad de un segundo trasvase y una reserva de caudal aguas arriba del río para las comarcas del sur de Alicante. Paradójicamente, la comarca de la Ribera se quedó sin una concesión directa de agua, por lo que deberá pagarla a los regantes. Fabra aseguró que siguen dialogando con los regantes.

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