El 10% de los embarazos acabaron en abortos naturales o espontáneos el pasado año en hospitales de la provincia. Una tasa que se encuentra por debajo de la media nacional que ofreció el Ministerio de Sanidad, y que se sitúa en el 15%.
Tomando como base algunos centros de referencia de la provincia en Elche, el Hospital General contabilizó en 2013 un total de 188 interrupciones del embarazo de manera involuntaria y 1.353 partos por lo que la media de abortos espontáneos se encontró en el 12%. Mientras que el Hospital del Vinalopó registró 144 casos y 1.525 nacimientos, con lo que la tasa de abortos espontáneos se situó en torno al 8%.
Según los expertos, las interrupciones en la gestación es diferente cada año y en varias ocasiones también varía según la demarcación geográfica. No obstante, al igual que ocurre a nivel nacional, el 80% de los casos se produce por causas genéticas que hacen imposible el desarrollo del bebé.
«La naturaleza hace que el aborto se produzca de manera natural para proteger a las especies si el bebé no viene sano, y por ello no tiene que ser nunca un drama», explicó José María Rodríguez, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General Universitario de Elche. Sin embargo, las interrupciones espontáneas del embarazo también se deben a otras causas minoritarias.
Entre ellas, destaca la drogadicción y el alcoholismo, la exposición a toxinas ambientales, los problemas hormonales, la obesidad, los problemas físicos de los órganos reproductores de la madre, problemas con la respuesta inmunitaria del cuerpo, enfermedades graves de la embarazada o el tabaquismo, según confirmaron Eduardo Cazorla, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología y Noelia Rodríguez, supervisora del Área de Atención a la Mujer, ambos del Hospital del Vinalopó.
Los expertos coinciden en que el perfil de la mujer que sufre un aborto natural tiene una media de 33 años, aunque el riesgo aumenta a mayor edad de la madre, y es aún más alto después de los 40 años. Entre las siete y las ocho primeras semanas de gestación es el plazo habitual en el que suelen producirse las interrupciones de embarazo.
El sangrado vaginal es el principal síntoma de la pérdida del bebé, aunque, en algunas ocasiones se producen los abortos retenidos que no dan ningún síntoma a la embarazada.
