El Centro de Congresos acogió ayer un debate sobre «Cáncer de mama, embarazo y maternidad», en el que el jefe de Oncología del Hospital General de Elche, Álvaro Rodríguez Lescure, el responsable del área de la Unidad de preservación de la Fertilidad del hospital La Fe, Eloy Jiménez Santos y el director gerente de Fisabio, César Díaz, expusieron los últimos avances en este campo. Junto a ellos estuvieron dos representantes de mujeres afectadas por el cáncer de mama de Elche que hablaron de su experiencia a los asistentes

Según los datos aportados por Rodríguez Lescure, correspondientes a los últimos 20 años, la Unidad de oncología del hospital de Elche ha tratado a un total de 4.000 pacientes de cáncer de mama y de ellas 12 fueron diagnosticadas en fase gestacional, entendiéndose ésta como el embarazo, lactancia y extendiéndose hasta el primer año del bebé. Esos 12 casos suponen un 0'3% de los cánceres de mama. De los 12, 6 fueron diagnosticados durante el embarazo, 3 durante la lactancia y los otros 3 en el primer año del niño. Once de las mujeres sobrevivieron y viven actualmente sin la enfermedad y sólo una falleció y fue años después.

«La tendencia, pero no sólo en nuestro departamento, en España y en Europa también, es que en el cáncer de mama hay una tendencia clara en el sentido de que aumenta la incidencia de cáncer de mama en mujeres jóvenes», explicó Rodríguez Lescure, que añadió que «no disminuye en las demás edades, pero la cuota se va incrementando lentamente en edades más tempranas, sobre todo, en mujeres que están todavía en edad fértil, por eso es tan importante la cuestión que nos ocupa hoy como es la preservación de la fecundidad».

Preguntado acerca de las razones que están propiciando este incremento, el jefe de oncología del hospital General aseguraba que «es complicado hablar de ello epidemiológicamente, pero seguramente se debe en gran parte a razones que no conocemos y en otra, al cambio en hábitos culturales y sociales y de la vida reproductiva de la mujer de nuestra época y nuestra sociedad. Y aunque no es determinante, en gran medida al retraso de la maternidad, en la edad de la primera gestación, que es cada vez más tardía que lo era antes. Ese es uno de los factores, pero sin duda no es el único».

Por su parte, Eloy Jiménez explicó que «el objetivo de nuestra unidad es ofrecer técnicas de preservación de la fecundidad. Es decir, técnicas que una vez diagnosticado el cáncer, y antes de recibir quimioterapia o radioterapia que puedan poner en peligro la viabilidad de los ovarios de las pacientes, sirvan para garantizar que existan gametos para que las mujeres puedan quedarse embarazadas una vez hayan superado la enfermedad».

Nuevos retos

Jiménez dijo que aunque en los últimos años se ha avanzado mucho en este campo, aún queda mucho por hacer. «Nosotros trabajamos básicamente en tres líneas de investigación. Primera detectar posibles metástasis en el ovario de enfermedades neoplásicas; la mejora de las técnicas de crioconservación y también en la mejora de las técnicas de reimplante». El investigador de La Fe asegura que ahora el reto es intentar finalizar todo el proceso in vitro para que no sea necesario reimplantar esa corteza, sino que a partir de ella se generen todos los gametos que hacen falta para evitar el reimplante y evitar así el riesgo de reintroducir enfermedades».